El precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con una bajada del 0,67 %, hasta 72,67 dólares, tras dos jornadas seguidas de sustanciosas subidas.
A las 09.01 hora local (13.01 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio perdían 0,49 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
Los precios del petróleo se derrumbaron entre el lunes y el jueves de la pasada semana -llegando a caer un 7 % el miércoles y perdiendo la barrera de los 70 dólares-, pero el viernes y el lunes se produjeron sendas subidas de importancia, sin por ello llegar a compensar las pérdidas.
El analista Tom Essaye, en su informe diario Sevens Report, señala hoy que la preocupación por la salud del sector bancario, que causó el colapso de la semana pasada, se vio contrarrestado por cierto optimismo sobre la salud de la economía global, y por los datos de empleo en Estados Unidos del viernes, que explican esa recuperación momentánea.
Essaye pronostica que “el petróleo probablemente va a continuar oscilando en torno a los 75 dólares el barril en las próximas semanas con una constante preocupación por la recesión que impide a los premios subir contundentemente”.
Hoy se conocieron los datos de intercambios comerciales entre China y el resto del mundo, que aumentaron un 5,8 % interanual en abril según el valor denominado en yuanes, aunque esa cifra baja al 1,1 % de subida en valor expresado en dólares, con mucho mejor rendimiento de las exportaciones (+8,5 %) que de las importaciones (-7,9 %).
En cualquier caso, los datos en dólares difirieron con respecto a los pronósticos de los analistas, que vaticinaban un aumento del 9 % interanual en las exportaciones y un crecimiento del 1,1 % de las importaciones.
La consultora Capital Economics, que toma como referencia precisamente los datos en la divisa estadounidense, aseguró que las cifras de abril muestran una “reversión” casi total del importante aumento de las exportaciones experimentado en marzo, vaticinando asimismo una caída mayor de las ventas al exterior en los próximos meses por una menor demanda de bienes chinos en un contexto internacional marcado por el temor a la recesión.