El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó este lunes el cierre de Cáritas Diocesianas de León, brazo social de la Iglesia católica en Nicaragua, sumándose así a la lista de cientos de organizaciones no gubernamentales cerradas en los últimos meses y marcando una nueva brecha entre el régimen y la Iglesia católica.
“Se ordena a la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin fines de lucro del Ministerio de Gobernación proceder a la cancelación del registro y número perpetuo asignado a la Asociación Cáritas Diocesianas de León”, según consta en ‘La Gaceta’.
Cáritas de León, brazo de la Iglesia católica en Nicaragua y con estatus legal desde 2014, solicitó la “disolución voluntaria” de su personalidad jurídica “mediante acta” tras una reunión de sus miembros celebrada el pasado 31 de diciembre, alegando “disminución de fondos”.
Nicaragua anunció a mediados de marzo la suspensión de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede después de que el papa Francisco calificara de “dictadura grosera” y “dictadura hitleriana” al régimen sandinista. Las palabras del Pontífice al régimen de Daniel Ortega se dieron después de conocerse la condena de un obispo nicaragüense a 26 años y cuatro meses de prisión.
Posteriormente, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que la Iglesia católica es una “mafia”. “¿Quién elige al Papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre el pueblo cristiano? (…). Si vamos a hablar de democracia, el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo”, argumentó.
Nicaragua vive una grave crisis política que estalló en abril de 2018 cuando policías y paramilitares reprimieron con violencia una revuelta social causando 355 muertos, más de 2.000 heridos, 1.600 detenidos y más de 100.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ortega rechaza las cifras de la CIDH y atribuye las protestas a “un fallido golpe de Estado” en su contra. También ha dicho que los obispos católicos apoyan a la oposición porque son “demonios con sotana”.