El nuevo filme “Renfield”, parece ser el resultado del experimento de un científico loco que decidió mezclar una buena dosis de humor negro, con mucha acción y galones de sangre.
Que la película no pueda ser clasificada fácilmente en un género es en gran parte su atractivo principal y lo que le da un toque impredecible a una trama bastante simple. El otro gran acierto de la producción es tener a Nicolas Cage tragándose la pantalla entera como Drácula.
Parte de lo que usa este libreto para darle vitalidad a este ícono del horror es no tenerlo como protagonista y ver el resultado de su maleficio desde el punto de vista de su asistente, el personaje titular que es interpretado por Nicholas Hoult. Aún así, Cage domina todas sus escenas y con su estilo barroco de actuación demuestra una vez más el talento que tiene para cualquier tipo de reto actoral. Su Drácula es icónico independientemente de que el contexto del filme siga cambiando. Horror, drama o comedia, Cage se hace dueño de este rol desde el primer momento en que sale en esta película.
A Nicholas Hoult le toca algo mucho más difícil. El actor tiene que caminar la cuerda floja trazada entre los cambios de tono y la mezcla de convenciones que usa la película.
La crisis existencial de Renfield es lo que facilita la comedia, la acción y el horror de esta película y el actor lo logra con una sutileza admirable. Renfield sabe que necesita ayuda para salir de la “relación tóxica” que tiene con su jefe “narcisista”. Su intento de romper el circulo vicioso que llevan por siglos lo coloca entre medio de una organización criminal sin escrúpulos y la única policía (Awkwafina) que no ha caído en su red de corrupción.
No se puede negar que durante su última sección Renfield abusa de la violencia caricaturesca para sostener la cuota de comedia que va disminuyendo mientras más cerca están su protagonista y Drácula del momento climático de su relación. Sin embargo, el director Chris McKay se divierte muchísimo creando una loquera cinematográfica que desafía las convenciones de todos los géneros que mezcla. Su inventiva y entusiasmo por todo lo que plasma en pantalla es irrefutable y contagioso.