El cobro sorpresivo de 300 pesos a los usuarios que desean ingresar con sus vehículos a las áreas cercanas a la playa de Boca Chica ha ocasionado malestar entre los que intentaron este jueves disfrutar del popular balneario.
El pago es requerido por un personal del organismo a cargo del Gobierno municipal de la localidad, apostado en las inmediaciones de los restaurantes de la zona.
El alcalde del municipio, Fermín Brito Rincón, confirmó a un medio de comunicación la situación que ha provocado el malestar de los visitantes, estableciendo que dicho cobro se realiza con el propósito de “controlar el tránsito vehicular en la zona”.
“Es una norma que adoptamos en Semana Santa para controlar el flujo de vehículos y esos recursos son utilizados para costear todo el operativo que significa un gran costo para la alcaldía”, manifestó.
Enfatizó que la medida no busca imponer un pago arbitrario a los visitantes, sino facilitar el flujo de los transeúntes en la zona y evitar incidentes.
“El propósito no es el cobro de arbitrio, el propósito es que el peatón pueda tener la facilidad de trasladarse, evitar taponamientos y que se puedan dar accidentes”, señaló, previo a indicar que se ha dispuesto de otras calles en las los usuarios puede estacionar sus vehículos.