Rodolphe Jaar, un narcotraficante haitiano convicto y exinformante de la DEA, se declaró culpable el viernes de proporcionar dinero para pagar armas, comida y alojamiento a los exsoldados colombianos acusados de conspirar para asesinar al presidente de Haití, en lo que constituye la primera declaración de culpabilidad en el caso de conspiración de asesinato en un tribunal federal de Miami.
Jaar cooperó con los fiscales estadounidenses en un caso de tráfico de cocaína de Haiti a Estados Unidos hace una década. Todo indica que Jaar ahora espera que ser el primero en declararse culpable y colaborar otra vez con los fiscales pueda ayudarle a evitar una posible cadena perpetua en este caso.
La fiscalía de Miami ha acusado hasta ahora a un total de 11 sospechosos de conspirar para secuestrar y asesinar al presidente haitiano Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021.
Jaar, que es ciudadano haitiano y chileno y está emparentado con una prominente familia haitiana de ascendencia palestina, proporcionó fondos para apoyar el plan de asesinato. Además pagó sobornos a agentes de seguridad haitianos para que se retiraran cuando el equipo de sicarios colombianos presuntamente mató a Moïse en su dormitorio delante de su esposa, poco después de medianoche.
En 2013, Jaar fue condenado por tráfico de 50 kilos de cocaína a espaldas de la DEA
Antes de un arresto y condena en Miami en 2013, Jaar era un importante narcotraficante haitiano, también conocido como ‘Whiskey’, que contrabandeó al menos siete toneladas de cocaína colombiana a Haití, entre 1998 y 2012, según los registros judiciales estadounidenses.
Tras ser detenido en mayo de 2000 por su presunta implicación en el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, trabajó como informante encubierto para la DEA durante los 12 años siguientes. Teminó condenado por narcotráfico en 2013, declarándose culpable de desviar 50 kilos de la cocaína que supuestamente ayudaba a los agentes a incautar, por un valor de alrededor de un millón de dólares. Tras salir de prisión en 2016, Jaar fue deportado a Haití.
El hombre, de 49 años, ha sido descrito como la ‘oveja negra’ de una familia reputada en la cima de la élite empresarial del país. Emigrantes palestinos de Belén, la familia Jaar posee la licencia de embotellamiento de Coca-Cola en Haití, así como una fábrica de cerveza en Canadá e inversiones en electricidad.
En la audiencia de la corte el viernes, Jaar se declaró culpable de tres cargos de conspirar para proporcionar apoyo material, proporcionar apoyo material y conspirar para secuestrar y asesinar al presidente de Haití, cada uno de los cuales puede conllevar cadena perpetua.
En virtud de su acuerdo de culpabilidad, se enfrenta a una pena de entre 30 años y cadena perpetua en la sentencia prevista para el 3 de junio. Sin embargo, como parte del acuerdo, podría recibir menos de 30 años si si presta ayuda sustancial al gobierno en su enjuiciamiento del caso.
Jaar admitió que “proporcionó fondos que se utilizaron en parte para adquirir armas que facilitaran la realización de la operación (para asesinar a Moise)”, según el acuerdo de culpabilidad. La noche anterior a la operación, Jaar admitió haberse reunido con otros conspiradores en una propiedad que “controlaba”, donde hablaron “de que la operación iba a desembocar en el asesinato del Presidente Moise”, añade el acuerdo.
Su acuerdo de culpabilidad deja sin respuesta quién proporcionó el dinero a Jaar para el complot.
Está previsto que el resto de los acusados sean juzgados por conspiración o contrabando en mayo, aunque se espera que el juicio se retrase hasta finales de 2023.
Fuente: Univisión