Japón eliminó el lunes su medida de uso obligatorio de mascarillas después de tres años, pero casi nada cambió en un país cuya población ha respetado enormemente la norma por su efectividad en la protección antivirus.
La mayoría de los viajeros que salían de la estación principal de trenes de Tokio por la mañana llevaban mascarillas quirúrgicas cuando se dirigían al trabajo. Al igual que la gente en las calles. Durante una reunión televisada de la comisión de presupuesto en el Parlamento, algunos legisladores todavía usaban máscaras, aunque el primer ministro Fumio Kishida no la portó al llegar a su oficina el lunes.
Los aficionados del béisbol que se reunieron afuera del Tokyo Dome horas antes de los partidos del lunes Australia-República Checa y China-Corea del Sur también usaron máscaras. Y podrán alentar sin sus máscaras sanitarias dado que también se levantó esa medida.
El retiro del uso obligatorio de mascarillas es uno de los últimos pasos que toma el gobierno de Japón para flexibilizar las reglas por coronavirus en lugares públicos cuando intenta expandir los negocios y otras actividades.
“A partir de hoy, el uso de mascarillas se deja a juicio individual. No estamos obligando a nadie a usarlo o quitárselo”, explicó el primer ministro Fumio Kishida a los periodistas al llegar a su oficina. “Creo que habrá más ocasiones en las que me quitaré la mascarilla”.
Sin embargo, Kishida pidió a la población que use máscaras sanitarias cuando se encuentre cerca de personas vulnerables a fin de protegerlas de los riesgos de contagio.
En un país donde la presión por la conformidad es extremadamente fuerte, se espera que muchas personas sigan usándolos por ahora. El uso obligatorio de mascarillas en exteriores se eliminó el verano pasado, pero muchos las han seguido usando.
Restaurantes, tiendas y aerolíneas retiraron los letreros que pedían a los clientes que usaran mascarillas. Pero muchos de sus empleados continúan portándolas en consideración por los clientes y otras personas que necesitan protección.