Ciudad Juárez (EFE).- Madres de mujeres desaparecidas y miembros de diferentes colectivos feministas acuden al “Memorial del Campo Algodonero”, en la fronteriza Ciudad Juárez, donde pintan cruces color de rosa con la leyenda “Ni una más” y pegan pesquisas de sus hijas, ante la ola de feminicidios que aqueja a la urbe.
Las asistentes, que vestían atuendos en color morado, negro y rosa, tenían el mismo lema en su ropa.
Además, portaban cartulinas con el mensaje “Exigimos nombramiento de titulares estatales de FEM Zona Norte y de la Comisión de Búsqueda”.
“Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”. “Señor, señora no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, entonaban las manifestantes.
En este punto, en 2001, fueron localizados los cuerpos de varias mujeres. A partir de esta noticia internacional, la ciudad es recordada por los homicidios que se comenten contra las mujeres.
Medidas ante la ola de feminicidios
A raíz de que seguían presentándose hechos violentos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sugirió al Gobierno del norteño estado mexicano de Chihuahua la creación de un memorial en donde se recordara a las mujeres víctimas de la violencia encontradas en ese lugar.
Así como la creación de una Fiscalía Especializada de la Mujer que tratara los actos de violencia que se cometieran contra ellas.
“Queremos dignificar estos espacios para la causa. Es importante recordar que la violencia contra la mujer es un problema real. Según datos del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en Ciudad Juárez somos la ciudad que tiene mayor violencia sexual infantil y de adolescentes contra la mujer. Le falta al Gobierno acciones para prevenir”, declara a EFE Yadira Cortés, integrante del colectivo Red Mesa de Mujeres.
Detalla que hay desinterés por parte de las autoridades para resolver esta problemática, ya que, como en el caso de los reos que se dieron a la fuga el 1 de enero de este año, la mayoría de ellos ya están de nuevo en prisión.
Han emitido acciones para que no vuelva a suceder, pero en esta otra problemática no existen las mismas acciones, denuncian estos colectivos.
Además, Cortés menciona que, a pesar de que Chihuahua tiene una gobernadora, María Eugenia Campos, ha bajado el presupuesto para las investigaciones de los feminicidios, que podrían prevenir este tipo de violencia.
Exigen justicia
Por su parte, Norma Laguna, madre de Idaly Juache, una joven desaparecida el 23 de febrero de 2010, comenta a EFE que: “en el caso de mi hija hay cinco personas sentenciadas, hay otra persona que salió libre. Un juez decidió que no tenía que ver, a pesar de que había pruebas de lo que hizo”.
“Pedimos a las autoridades que pongan atención. Cada vez que nos levantamos vemos más mujeres desaparecidas”, agrega, al tiempo que sostuvo que las autoridades no tienen interés en que esto termine.
“Mi hija es María Guadalupe Pérez Montes. Desapareció el 31 de enero de 2009, fue localizada en el arroyo del Navajo, al norte de la ciudad. Mi hija salió al centro y no regresó. Hice lo humanamente para encontrarla con vida y no fue así”, dice a EFE otra de las activistas.
Esta madre refiere que el caso de su hija sigue abierto y que ella está en exigencia de justicia. Además, enfatiza en que es importante que a las chicas desaparecidas las encuentren con vida.
Comenta que las mujeres ya no pueden salir a las calles y agrega que este tipo de acciones, más que nada, buscan la prevención para que no vuelva a pasar algún feminicidio y casos de desaparición.
Según datos de la citada Red Mesa de Mujeres, hay en la ciudad entre 500 y 600 carpetas de investigación, por casos de violencia familiar mensualmente.
Durante 2021 se registraron 171 homicidios dolosos contra mujeres, mientras que durante 2022 fueron 133, un 22.2% menos, aunque estos últimos se presentaron con extrema violencia.