INFOBAE.– Los aficionados del fútbol americano aguardan el día del Super Bowl con fervor, ya que la National Football League (NFL) concluye su temporada con un partido que, además de las emociones que se desbordan en la cancha, se caracteriza por su espectáculo de medio tiempo, donde sólo se presentan los artistas más importantes del momento.
Cada vez generan mayor impacto en los espectadores con sus arriesgadas apuestas. La participación de los artistas conlleva un arduo proceso de preparación que va desde la planificación hasta su último segundo en la cancha y, aunque planearon cada detalle con ayuda de su equipo, en ocasiones las cosas no resultaron como esperaban.
El gran show que atrajo la mirada de millones de espectadores no aficionados a este evento comenzó con una tradición por parte de New Kids on the Block, una boyband estadounidense que hizo retumbar las gradas en la final de 1991. Hasta ese momento, el evento de clausura había contado con música en vivo gracias a bandas universitarias, por lo que la participación estelar de la banda pop fue un hito en espectáculos deportivos de dicha índole.
Desde ese entonces, se presentaron grandes músicos como Michael Jackson, Gloria Estefan, Phil Collins, Christina Aguilera, Aerosmith, NSYNC, Paul McCartney, The Rolling Stones, Madonna y muchos más.
De tiburón distraído a romper un récord Guinness: así fue el medio tiempo de Katy Perry
Fue en 2015 cuando la cantautora californiana impresionó al aparecer en la cancha del estadio de la Universidad de Phoenix montada en una enorme león. Entre bailarines, una colorida escenografía que cambiaba conforme al contexto de sus canciones y más disfraces de animales, Katy consiguió que 118.5 millones de televidentes siguieran su espectáculo -según Forbes– rompiendo así un récord Guinness de audiencia que continúa vigente en la actualidad.
Aunque frente a cámaras todo pareció un éxito, en realidad fue diferente durante los preparativos. Según contó la intérprete durante una entrevista que cedió para la revista Elle -donde también fue portada en marzo de 2015-, cuando le propusieron presentarse en el Super Bowl XLIX se sintió muy emocionada porque significaba una gran oportunidad para seguir expandiendo su música, pero no se imaginaba que invertiría aproximadamente seis meses en los preparativos.
“Tenemos que practicar durante un mes completo. Primero estamos en un estudio de baile porque no siempre practicar en un estadio (…) nunca fui bailarina pero de alguna u otra manera me convertí”, dijo en su documental sobre el Super Bowl.
Algo que llamó la atención fue que Katy Perry usó tres vestuarios diferentes durante su presentación, todos diseñados por Jeremy Scott, considerado como un especialista en moda estadounidense. Según contó el creador de las icónicas piezas en entrevista con Style.com, el vestido que simulaba llamas de fuego surgió de unos zapatos que había hecho con anterioridad y quedaban perfecto con Roar.
Scott reveló que la cantante contaba con 10 segundos entre canciones para poder cambiarse, por esa razón trabajó en que las piezas pudieran usarse una sobre otra: “Era como una mamushka, necesitábamos algo que pudiera esconder algo debajo. Se sacó el primer look y reveló un vestido de beach ball para California Girls, era parte de la escena con pelotas y tiburones gigantes”.
Asimismo, el equipo también tuvo que considerar el tiempo que se tardaban en montar los escenarios. Pero eso no fue todo, después del show algunos usuarios de redes sociales señalaron que un bailarín disfrazado de tiburón habría estropeado la coreografía de Teenage Dream, sin embargo, todo se trató de una confusión que quedó para la posteridad.
“Hay coreografías establecidas. También las hay de estilo libre, te mueves alrededor e interpretas tu personaje como bailarín. Estaba en un traje de tiburón azul. No hay nada genial en eso, entonces interpreté otro personaje”, contó en entrevista para National Public Radio.
Lady Gaga estuvo a punto de derrumbarse por cambios inesperados
Otra artista que dejó una huella imborrable en la historia del Super Bowl fue Lady Gaga, quien con su característico estilo vocal inundó el NRG Stadium de Houston en 2017 en cuanto apareció en la cima del recinto junto a 300 drones que formaron la bandera de Estados Unidos. Con ayuda de un arnés llegó al escenario para comenzar son su show musical integrado por Poker Face, Born This Way, Just Dance y Telephone.
Aunque consiguió que su show fuera uno de los más vistos, no pudo superar a Katy Perry quedándose con el segundo lugar con 117. 5 millones de espectadores. Las magistrales coreografías fueron la joya de la corona, sin embargo, fueron un tema que puso en riesgo el show porque, tan sólo unas horas antes de salir al escenario, la cantante se enteró de algunos cambios que no le fueron consultados con anterioridad, así lo dio a conocer durante su documental Gaga Five Foot Two.
Incluso, también tuvo problemas con su vestuario: “Me distrae mucho que las cosas no estén bien para mí. No puedo hacerlo si no está todo en su lugar, si no sólo estoy borrando errores (…) Estoy ensayando el show completo sintiéndome como la mierda porque todo se derrumba a mi alrededor”.
Pese al estrés detrás del medio tiempo del Super Bowl, la cantautora neoyorquina y su equipo lograron sacar todo a flote. De hecho, su esfuerzo fue reconocido con seis nominaciones en los premios Emmy: “Programa de clase especial”, “Diseño de producción”, “Diseño de iluminación”, “Mezcla de sonido”, “Dirección técnica” y “Dirección musical”.
Entre sus logros, Lady Gaga confesó que se arrepintió de haber concluido su show con un pase de fútbol americano, pues estuvo a punto de poner todo en riesgo por incluirlo:
“Tocar en el Super Bowl fue un gran honor, entonces no sé por qué tomé la tonta decisión de tratar de cachar un touchdown (…) Quería entrar saltando y salir saltando del escenario porque pensaba que era una composición interesante. Estaba muy emocionada por atrapar el balón, pero lo practicamos cuatro o cinco veces y no podía”, contó en entrevista con Jimmy Kimmel.
Conseguimos un quarterback profesional que me lanzara el balón. Mi hermana diseñó un balón con diamantes que lo hizo más pesado todavía. Fue divertido porque nadie lo vio pero caí en ese sitio acolchonado y amortiguado y me preguntaba: ‘¿lo atrapé?, lo hice, lo hice, la cámara lo captó y todos lo vieron’.
Shakira vs Jenifer Lopez: un show que se interpretó como un “insulto” y mutó a una respuesta política
Es muy común que los artistas considerados para participar en un espectáculo de la NFL cuenten con sus propios invitados para hacer colaboraciones donde ellos perduren como el centro del show. Por esa razón, cuando Jennifer Lopez fue notificada de que compartiría escenario con Shakira, lo consideró como un falta de respeto, no por trabajar con su colega, sino porque de cierta manera no consideraron la gran trayectoria individual de cada una.
“Fue un insulto pensar que necesitaban a dos latinas para hacer el trabajo que históricamente ha hecho un artista”, declaró JLo en su documental Halftime.
Por esa razón, antes de poder comenzar a planear su show, las artistas latinas tuvieron que aceptar participar juntas. Según el documental que lanzó la intérprete de On the floor al respecto, cuando acordaron trabajar juntas cada una puso sobre la mesa sus ideas y llegaron a la conclusión de dividir el tiempo para que cada una pudiera dar lo mejor así, considerando sus colaboraciones.
Fue así que pese a choques continuos con la organización y consideraciones finales sobre unas jaulas que formaban parte de la escenografía, Shakira y Jennifer saltaron al escenario en febrero de 2020 enloqueciendo a la comunidad latina que constantemente enfrenta todo tipo de rechazos en Estados Unidos.
“No me interesa la política, no soy esa clase de persona, pero estoy viviendo en unos EE. UU. que no reconozco”, explicó JLo sobre el trasfondo de sus números musicales. Y es que en ese momento la comunidad latina estaba sufriendo las decisiones del presidente Donald Trump.
Al final, cada artista que se ha presentado en la final del fútbol americano ha enfrentado su proceso a su manera, algunos han optado por demostrar que son artistas de talla mundial, mientras que otros han aprovechado para hacer que se escuchen las voces de comunidades vulnerables.