Pareciera que fue ayer, pero ya se cumple un año de la partida de una gran mujer, Sonia Piera, una guerrera que batalló de principio a fin y que siempre entregó lo mejor de ella en cada tarea que se le presentó en la vida.
Su partida, fue sin lugar a dudas la noticia más triste que este medio pudiera publicar. A pesar del momento triste que afectó los corazones de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, hoy la seguimos recordando como la mujer especial que fue, destacando su legado y entrega.
“Vivir en los corazones que dejamos atrás no es morir”, expresó en una ocasión el poeta e historiador Thomas Campbell, frase que describe a la perfección a alguien que aún vive en los corazones de quienes la pudieron conocer.
Enérgica, alegre, solidaria, pero frontal, sin dos caras, sin importar quien fuese siempre se mostraba con su destacada originalidad, así era descrita por los más cercanos.
Su rutina de trabajo era especial, al llegar a la oficina degustaba de un buen café que con gusto hacía su querida amiga Adalgisa, de inmediato se adentraba en las labores administrativas.
Su relación con Nuria Piera, era de hermanas inseparables, con una conexión especial, ya que se entregaban a la causa y ejercían su profesionalismo a pesar de las murallas que se colocaran en el camino en esta difícil carrera de la investigación periodística, juntas, libraron miles de batallas, todas con entereza y aferradas a un horizonte donde la verdad era su norte.
A cumplirse un año de tu partida, te recordamos como lo que fuiste, valiente y peculiar, pero siempre original, donde cada memoria reflejada en nuestras mentes son de buenos momentos, llenos de alegrías vividas y lecciones aprendidas por tu entrega y trabajo. ¡Hasta siempre, Sonia!
E.R