El año pasado 464 personas fallecieron o desaparecieron en la ruta de emigración marítima desde Argelia hacia el levante español y las Islas Baleares (Mediterráneo), lo que supone una media de casi 9 víctimas cada semana, según los datos de la organización Ca-minando Fronteras.
“La mayor indefensión se da en el camino hacia las Islas Baleares, donde (…) raramente se activan los medios necesarios, entre ellos los aéreos, para abordar alertas en la zona”, destaca la ONG en el informe sobre la ruta argelina presentado este martes en Palma (Baleares).
“La ruta argelina es la segunda más mortífera del Estado español (por detrás de la canaria), pero es la más invisibilizada”, explicó en rueda de prensa la portavoz de Ca-minando Fronteras, Helena Maleno.
En los últimos cinco años, al menos 1.562 personas fallecieron o desaparecieron tratando de alcanzar las costas del sureste de España y de las Islas Baleares, sobre todo a Mallorca.
El perfil básico de estos migrantes es el de hombres argelinos de menos de 30 años que quieren salir de situaciones de pobreza y falta de expectativas y usan España como escala hacia otros países europeos.
No obstante, creció el número de inmigrantes originarios de Siria, Yemen, Palestina, Marruecos, Guinea, Mali, Burkina Faso y Camerún, e igualmente se incrementó la presencia de mujeres, muchas de ellas víctimas de violencia y, por tanto, susceptibles de solicitar protección o asilo, situación que también se da con algunos de los hombres.
Maleno denunció que “la ruta está estigmatizada” porque se difunde información que identifica a los emigrantes de Argelia con la delincuencia y las mafias del tráfico de personas, y “esto no es verdad”, dijo.
Por parte de las instituciones españolas, “los protocolos de Salvamento Marítimo en esta ruta no están claros y son bastante arbitrarios”, indica el informe.
La portavoz de Ca-minando Fronteras, apuntó la falta de avión de búsqueda en Baleares, y en este contexto, dijo, se acumulan cuerpos sin identificar de migrantes fallecidos en el mar, en morgues y cementerios de las islas, mientras que familias de desaparecidos se organizan en Argelia e incluso viajan a España para tratar de obtener información sobre su paradero, pero no encuentran respuesta.
Y muchas familias están siendo víctimas de estafadores, radicados tanto en Argelia como en España, que les piden dinero para hacer gestiones de búsqueda.
EFE
