Un grupo de ex jefes de Estado y de Gobierno de distintas naciones expresaron su respaldo al Gobierno del presidente brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva, tras las protestas escenificadas este fin de semana por parte de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonario.
Por medio un comunicado de la Iniciativa Democrática de España y Las Américas (Idea), firmado por su secretario General, Asdrúbal Aguiar, un total de 24 exjefes de Estados, rechazaron “cualquier acción que pretenda subvertir el oren institucional.”
“Los jefes de Estado y de Gobierno integrantes de Ia Iniciativa Democrática de España y Las Américas (IDEA), ante los graves hechos que transmite la prensa internacional señalando que manifestantes han ingresado de forma violenta en las instalaciones del Congreso, la misma sede de la Presidencia y del Tribunal Suprema de la República Federativa de Brasilia, manifiestan su apoyo al presidente Constitucional de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva y a otros poderes públicos afectados, y rechazan y condenan cualquiera acciones que pretenda subvertir el orden constitucional” reseña el comunicado.
La misiva cuenta con la aprobación de Oscar Arias de Costa Rica, José María Asnar de España, Nicolás A. Barletta de Panamá, Felipe Calderón de México, Rafael A. Calderón de Costar Rica, Laura Chinchilla de Costa Rica, Alfredo Cristianni de El Salvador, Iván Duque de Colombia. También José María Aguirre de Costa Rica, Vicente Fox de México, Federico Franci de Paraguay, Eduardo Frei de Chile, y Osvaldo Hurtado L. de Ecuador.
Forman parte de la lista de firmantes Luis Alberto Lacalle de Uruguay, Mauricio Macri de Argentina, Jamil Mahuad W. de Ecuador, Carlos Mesa de Bolivia, Mireya Moscoso de Panamá, Andrés Pastrana de Colombia, Sebastián Piñera de Chile, Ernesto Pérez de Panamáá, Jorge Tuto de Bolivia, José María Sanguinetti, de Uruguay, Álvaro Uribe de Colombia y Juan Carlos Wasmosy de Paraguay.
Un grupo de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron el pasado domingo el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber invadido antes el Congreso Nacional en actos golpistas contra el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Una marea humana de manifestantes vestidos con los colores amarillo y verde de la bandera nacional invadió las sedes de los tres poderes, escenificando fuertes protestas.