Las empresas tabacaleras en España se verán obligadas a pagar por la limpieza de millones de colillas que los fumadores desechan cada año bajo una nueva normativa medioambiental emitida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recogen medios locales.
La regulación, que entrará en vigencia desde el 6 de enero, forma parte de la Ley de Residuos y Suelos Contaminantes, un paquete de medidas destinadas a disminuir los residuos y aumentar el reciclaje, aprobada en abril del año pasado.
La norma incluye la prohibición de cubiertos y platos de plástico de un solo uso, bastoncillos de algodón, vasos de poliestireno expandido y pajillas de plástico, así como la reducción de los envases de este tipo para alimentos.
La ley se ajusta a una directiva de la Unión Europea que limita el uso de plásticos de un solo uso que junto con las boquillas de los cigarrillos son los artículos que más se encuentran en las playas de la UE.
Las colillas contienen acetato de celulosa, uno de los desechos más extendidos y tarda aproximadamente 10 años en descomponerse, liberando en el proceso sustancias tóxicas como arsénico y plomo.
Además, los fabricantes de cigarrillos también serán responsables de informar y educar al público para que no desechen sus colillas en espacios públicos. Según el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, las tabacaleras repercutirán el coste al consumidor.
Alrededor del 20 % de españoles mayores de 15 años fuman a diario (16,4 % de las mujeres y 23,3 % de los hombres), según datos del Ministerio de Sanidad.