Entre una de las 50 mujeres más poderosas del país reconocidas por la revista Forbes República Dominicana figura la abogada internacionalista, Angie Martínez, quien se desempeña como embajadora de la nación en Jamaica
El listado, emitido recientemente, pone en relieve el liderazgo de las mujeres que generan un impacto positivo a la sociedad por medio a su trabajo y dedicación.
La publicación que se da a conocer cada año es mundialmente reconocido y ha sido realizado en unos 60 países. La selección es hecha por el equipo editorial de Forbes, con asesoría de expertos en diferentes áreas, usando la misma metodología usada por la casa matriz de Forbes, quienes se basan en criterios de visibilidad, medios, impacto y esferas de influencia.
Palabras de agradecimiento
La embajadora Angie Martínez felicitó la iniciativa y agradeció a los ejecutivos de Forbes Dominicana por el reconocimiento.
«Felicitamos a la Revista Forbes por celebrar y visibilizar los logros de nuestro género, pues sólo así seguiremos avanzando juntas en esta lucha por abrirnos espacios en la sociedad.
Me siento muy orgullosa de representar a la mujer dominicana, muy especialmente a aquellas que no necesariamente han tenido las mejores oportunidades para desarrollar su máximo potencial. Pero que a base de disciplina, voluntad, capacidad y méritos han ido creciendo y ganándose un espacio en la sociedad dominicana. Mis padres siempre se preocuparon por darme lo más importante, amor, educación y valores. Todo lo que he alcanzado en la vida ha sido a puro pulso y fruto de mucho esfuerzo«, añadió.
La abogada internacionalista afirmó que existen muchos desafíos con relación a la igualdad de género. «Las mujeres estamos cambiando el mundo.
Cada día somos más las que ocupamos posiciones de liderazgo, pero no es suficiente. Debemos seguir trabajando para aumentar la representación política de las mujeres a todos los niveles, hasta conseguir la paridad de género.
El mundo necesita más mujeres en todas las mesas en donde se tomen decisiones. Es crucial que las políticas públicas y los marcos legales tengan una perspectiva de género que garanticen a las mujeres las mismas oportunidades de desarrollo económico. También de empoderamiento que la que tienen los hombres en nuestros países«.