Infobae.- “A veces me usan, pero nosotros usamos a Dios muchas más”, dijo el papa Francisco en una de sus frases más destacadas del adelanto de la entrevista con el diario ABC de España que se publicará completa el próximo domingo. En diálogo con el director del periódico, Julián Quirós; y el corresponsal en el Vaticano, Javier Martínez Brocal; Francisco se refirió a su rodilla, resaltó que ya está caminando y afirmó que la decisión de no operarse “resultó buena”.
Consultado sobre una posible reducción de su agenda cuando andaba en silla de ruedas y sobre el hecho de que sucedió lo contrario, el pontífice señaló: “Es que se gobierna con la cabeza, no con la rodilla”.
“El 13 de marzo cumplirá diez años como Papa. Su elección nos pilló a todos de sorpresa”, le dijeron los periodistas del diario español; a lo que el argentino respondió: “A mí también. Había sacado boleto para estar de regreso a Buenos Aires el domingo de Ramos. Estaba muy tranquilo”.
Respecto a cómo aprendió a ser Papa, sostuvo: “No sé si aprendí o no aprendí a ser Papa… La historia te agarra adonde estás”.
Luego se refirió a lo que más le cuesta de la función que ocupa y destacó: “No poder callejear, no poder salir a la calle. En Buenos Aires yo era muy libre. Usaba los medios públicos, me gustaba ver cómo se movía la gente”.
Y siguió: “A mí el contacto con la gente me recarga, por eso no suprimí ninguna audiencia de los miércoles. Pero echo de menos salir a la calle porque ahora el contacto es funcional. Van ‘a ver al Papa’, esa función. Cuando me veían por la calle, no sabían ni que era el cardenal”.
Consultado sobre algunas personas que “parece que se aprovechan” y dicen que son amigos del Papa por sus propios intereses, Francisco fue contundente y puso un ejemplo: “Hace seis o siete años vino a misa un candidato argentino. Hicieron una foto a la salida de la sacristía y le dije: ‘Por favor, no la use políticamente’. ‘Quédese tranquilo’, me respondió. A la semana estaba Buenos Aires empapelada con esa foto, trucada para que pareciera que había sido una audiencia personal. Sí, a veces me usan. Pero nosotros usamos a Dios muchas más, así que calladito y adelante”.
Otro de los temas conversados fue cuando se utiliza la palabra del Papa fuera de contexto. “A veces lo hacen desde una hermenéutica anterior a lo que dije, para llevarme adonde quieren. ‘El Papa dijo esto’. Sí, pero lo dije en un contexto. Si lo sacas de contexto es otra cosa”, indicó.
Por último, en el adelanto de ABC, reflexionó sobre qué regalo le gustaría esta Navidad y no dudó en pedir “un poco de paz”.
“¡Cuántas guerras hay en el mundo! La de Ucrania nos toca más de cerca, pero pensemos también en Myanmar, Yemen, en Siria, donde llevan trece años luchando…”, concluyó.
El Papa cumple 86 años
Francisco celebrará este sábado su 86 cumpleaños entregando un premio a tres personas que se han ocupado de caridad, entre ellos un antiguo sintecho italiano, Gian Piero, conocido como Wuè, que se dedica a pedir limosna y repartirla entre las personas que se encontraban en su misma situación.
Junto a Gian Piero, recibirán el premio dedicado a la santa Madre Teresa de Calcuta el padre franciscano Hanna Jallouf, que atiende a los más pobres en Sir, y Silvano Pedrollo, un industrial de Verona (norte de Italia) que destina parte considerable de los beneficios de su empresa a socorrer necesitados en países de África, India y América Latina construyendo escuelas, pozos e instalaciones sanitarias.
El acto organizado por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad está destinado a conmemorar a la Madre Teresa de Calcuta y tendrá lugar en presencia de unas 20 hermanas de las Misioneras de la Caridad y 20 personas acogidas por la congregación que fundó la santa.
El Papa les entregará un pequeño globo terráqueo dentro de un cubo, que es un símbolo del amor que sostiene el mundo. En el globo está pintado una ventana tras la que se vislumbra a la Madre Teresa abrazando y acariciando a un niño.
En otras ocasiones, el papa Francisco había invitado en el día de su cumpleaños a varias personas vulnerables de Roma para que almorzasen con él.
El ahora galardonado Gian Piero tiene 75 años y su historia e inmensa generosidad le valieron el Premio Internacional de Bondad, un reconocimiento que otorga cada año el Comité de la Cruz de Cavarzere (centro) a las personas que ponen su vida al servicio de los demás.