El presidente de Perú, Pedro Castillo, afronta este miércoles un tercer intento de la oposición en el Congreso de destituirlo del cargo por “permanente incapacidad moral”, cuando han transcurrido apenas 16 meses de su Gobierno y se ha agudizado el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Hasta el momento, Castillo no ha confirmado si se presentará ante el pleno para ejercer su defensa antes de que los legisladores debatan y voten la moción, presentada la semana pasada por el congresista independiente Edward Málaga.
El Congreso unicameral peruano aprobó el jueves pasado, con 73 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones, admitir a trámite esta tercera moción de vacancia (destitución) desde que Castillo asumió el poder, el 28 de julio del año pasado.
El documento pide que Castillo deje el cargo por una presunta “permanente incapacidad moral”, ya que considera “inaceptable que un presidente ejerza el cargo en medio de fuertes indicios de corrupción, grave indignidad, o cuestionamientos morales y éticos”.
También menciona “el irresponsable desmantelamiento de la administración pública y el copamiento clientelista de las instituciones del Estado”, los “vínculos cada vez más evidentes con graves actos de corrupción” y “graves faltas éticas que atentan contra la dignidad de la figura presidencial”.
CASTILLO DEFIENDE LA VOLUNTAD POPULAR
En uno de sus últimos comentarios sobre el tema, el jefe de Estado declaró el domingo pasado que la moción de vacancia es “parte del juego político” que afronta su país.
Sin embargo, confió en que “un sector de la clase política” va a entender que “ha habido un Gobierno puesto por la mayoría y hay que defender (…) la voluntad popular”.
Castillo insistió en que su Gobierno está “dispuesto al diálogo” y “a ver las cosas de manera democrática, respetando la institucionalidad y la gobernabilidad del país”.
Asimismo, descartó el domingo, en un mensaje en Twitter, que esté “tramando” un cierre del Congreso para “evitar una vacancia”, tras una serie de rumores que difundieron varios legisladores opositores el último fin de semana en redes sociales.
“Ratifico mi compromiso con la democracia, el Estado de derecho y la Constitución”, expresó Castillo, al reiterar su llamado al Parlamento a la “más amplia unidad”.
LEGISLADORES DIFUNDEN RUMORES
Este lunes, el presidente del Congreso, José Williams, declaró que había escuchado rumores de que el ministro de Defensa Daniel Barragán, quien renunció al cargo alegando “motivos personales”, había pedido a las Fuerzas Armadas que apoyen un eventual cierre del Congreso.
Williams, quien representa al partido opositor Avanza País, se dirigió a los militares para remarcar que en el país “se respeta la Constitución y las leyes”, y dijo que el nuevo ministro de Defensa, Emilio Bobbio, tiene “una gran responsabilidad sobre los hombros”.
El presidente del Congreso apoyó, además, la moción presentada contra Castillo porque, en su opinión, corresponde al “control político” de los legisladores y comentó que si se ha presentado una tercera iniciativa de ese tipo es porque “refleja que hay un descontento” de un sector “grande” de la población.
Para que proceda una eventual destitución del gobernante se requerirá del voto a favor de, al menos, 87 de los 130 parlamentarios, tras lo cual la llamada a asumir la jefatura del Estado sería la vicepresidenta Dina Boluarte.
Sin embargo, tanto representantes del oficialismo como de la oposición han declarado en las últimas horas que será difícil que la moción logre alcanzar ese apoyo.
Castillo ya sorteó un primer pedido de destitución en diciembre de 2021, cuando la moción no fue admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo pasado, cuando recibió solo 55 votos a favor.
EFE