El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, afirmó este martes en la Cumbre del Clima de la ONU (COP27) que su país necesita financiación adicional, y no préstamos, para mitigar los efectos de las recientes inundaciones que afectaron a más de 33 millones de personas en esta nación del sur de Asia.
“Es extremadamente importante que si tenemos que luchar, reconstruir y reparar nuestras infraestructuras, solo podemos hacerlo a través de fondos adicionales, no a través de préstamos y deudas adicionales”, que se convertirían en una trampa de deuda financiera, dijo.
Las peores inundaciones en Pakistán en décadas se saldaron con la muerte de 1.739 personas, incluidos 747 niños, desde mediados de junio, y afectaron a más de 33 millones de personas, además de dañar 2,2 millones de viviendas.
Un promedio de lluvias siete veces mayor al habitual en el sur del país, sumado al derretimiento de glaciares en el norte arrancaron más de 8.000 km de caminos, dañaron más de 3.000 km de vías férreas y arrasaron más de un millón y medio de hectáreas de cultivos, detalló el primer ministro, que cuantificó las pérdidas por encima de los 30.000 millones de dólares.
Y estas consecuencias se produjeron a pesar de que la huella de carbono de su país es muy baja insistió, convirtiéndoles “en víctimas de algo con lo que no tenemos nada que ver”.
Sharif urgió a la ayuda especialmente ahora que se avecina el invierno y millones de personas requieren de refugio, tratamiento médico y alimentos en diferentes provincias de Pakistán.
“¿Cómo diablos se puede esperar de nosotros que emprendamos esta gigantesca tarea por nuestra cuenta?”, se preguntó el mandatario.
Por ello, el primer ministro dijo que era el deber y la responsabilidad de las potencias comprender las dificultades de los 220 millones de habitantes de Pakistán, y advirtió que “la brecha entre la asistencia y las necesidades se amplía día tras día”.
Las aguas de las inundaciones todavía no han retrocedido en algunas partes del país, como en la provincia suroriental de Sindh, donde las autoridades regionales estiman que el 30 % del terreno permanecía inundado la semana pasada.
Esta situación, además de favorecer la aparición de enfermedades, también mantiene anegados varios centros educativos, impidiendo que más de dos millones de niños en las regiones más azotadas por las inundaciones acudan a clase, alertó recientemente Unicef en un comunicado.
La COP27 empezó el pasado domingo y se celebrará hasta el próximo 18 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, con la vista puesta en la aplicación del legado de la COP26 y la financiación para los países menos desarrollados contra el cambio climático.
EFE