El gobierno español anunció el jueves un nuevo plan por 3.000 millones de euros (2.900 millones de dólares) para ayudar a los ciudadanos a enfrentar la escalada de los precios de la energía, incluyendo una tarifa regulada para los hogares con caldera centralizada de gas.
Estas medidas, que se suman a otros planes de apoyo implementados en los últimos meses, permitirán “reforzar la protección de los ciudadanos” frente a la crisis energética, aseguró el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, durante un discurso en el Congreso.
Con una cantidad total de “cerca de 3.000 millones de euros”, las nuevas medidas serán aprobadas el martes en el Consejo de Ministros y beneficiarán “al 40% de los hogares” españoles, precisó Sánchez.
Este nuevo plan de ayuda prevé la adopción de una nueva tarifa regulada para las comunidades con caldera centralizada de gas natural, que alimenta la calefacción, especialmente impactadas por la escalada de precios.
Esta tarifa regulada, que estará en vigor “hasta finales de 2023”, permitirá que 1,7 millones de hogares reduzcan su factura en más de la mitad respecto a las condiciones actuales de mercado, explicó Sánchez.
El plan del gobierno prevé igualmente un refuerzo del bono social eléctrico, del que se beneficiarán los 1,3 millones de hogares más vulnerables ya incluidos en este dispositivo, pero también 1,5 millones de familias con ingresos reducidos, que hasta ahora se encontraban excluidas.
Enfrentada como muchos países europeos al alza de la inflación, España ha multiplicado las medidas para reforzar el poder de compra de los hogares en los últimos meses, con iniciativas como subvenciones a los carburantes y abonos gratuitos para los usuarios de determinados servicios de transporte público.
Durante el verano, Sánchez evaluó el gasto en estos planes en casi 30.000 millones de euros, el equivalente al 2,3% del Producto Interior Bruto (PIB) español.
AFP