Varios centenares de cubanos protestaron en La Habana para exigir la restauración del servicio eléctrico luego de que el huracán Ian provocó un apagón generalizado, y un grupo que monitorea el acceso a internet informó de una nueva interrupción de ese servicio el viernes en la isla.
Los vecinos golpearon cacerolas y cucharas el jueves por la noche al grito de “¡queremos luz!” en al menos cinco puntos de la capital, según constató The Associated Press.
Fueron las primeras protestas en las calles luego del apagón en la isla de 11 millones de habitantes tras el impacto del huracán el martes. El jueves por la noche tampoco había servicio de internet ni de telefonía celular.
La energía se restableció en algunos puntos del país al día siguiente, pero aún quedan zonas sin servicio, incluso en la capital. El servicio de internet también volvió el viernes por la mañana, al menos en algunas áreas, pero por la noche se interrumpió de nuevo, informaron grupos que monitorean el acceso a la red mundial.
“El servicio de internet ha sido interrumpido una vez más en Cuba, aproximadamente a la misma hora que ayer (jueves)”, dijo Alp Toker, director de Netblocks, una firma de monitoreo de la red con sede en Londres. “El momento en que ocurrieron los cortes proporciona otro indicio de que éstos son una medida para suprimir la cobertura de las protestas”.
En un recorrido el viernes por la mañana en las zonas donde ocurrieron las manifestaciones no se observó gente aglomerada, pero la tensión era notable entre los vecinos. Por la noche, la electricidad se restablececió a en otros puntos de La Habana, incluyendo en sectores donde se habían producido protestas la víspera, constató la AP.
“¿Qué situación está pasando este país? Soy cubano, soy revolucionario, pero no entiendo”, señaló más temprano a la AP Valentín Gómez, un albañil de 51 años. “Ellos que mandan aquí no están dando el frente (la cara)”.
Gómez explicó que no veía una solución de las autoridades al corte de luz. Mientras tanto el tiempo pasaba y sus alimentos se descomponían en el refrigerador.
Son las primeras protestas desde julio de 2021, cuando miles de personas salieron a las calles debido a los apagones y en reclamo por el desabastecimiento de bienes básicos, el cual se agudizó por la pandemia de COVID-19 y las sanciones de Estados Unidos.
Ian, un monstruoso huracán que atravesó Cuba por el occidente, dejó tres muertos y una suma todavía no cuantificada de daños materiales al tiempo que provocó una avería eléctrica que —por primera vez desde que se recuerda— dejó a la isla completamente a oscuras. Posteriormente el meteoro siguió su ruta hacia Florida, donde causó una enorme devastación.
La Unión Eléctrica informó que el sistema energético nacional ya está interconectado, pero que hay afectaciones del huracán a la infraestructura —postes, tendido eléctrico, transformadores— que tardarán en ser reparados. El jueves se informó que sólo el 10% de la población de la capital contaba con energía.
“Esta es una protesta pacífica; queremos que nos pongan la luz y el agua. ¿Qué es esto? ¡Las personas han perdido su comida, la única comida que hay!”, se quejó Natali Manso, de 21 años y madre de una niña de meses durante una manifestación que se extendió hasta el viernes en la madrugada en Bacuranao Campo, en las afueras de la capital.
Escenas más o menos similares se vivieron en tres lugares del Municipio Cerro. En otros lugares se hicieron sentir protestas más aisladas, como en Cojimar.
Grupos que monitorean el acceso a internet confirmaron a la AP la interrupción del servicio.
“Podemos confirmar el apagón casi total de internet en Cuba”, dijo Toker. “Creemos que es probable que el incidente tenga un impacto significativo en el libre flujo de información en medio de las protestas”.
Doug Madory, director de análisis de internet para la empresa de gestión de redes Kentik, dijo que lo ocurrido fue un “apagón total” que comenzó a las 00:30 GMT y regresó paulatinamente más de seis horas después.
En los lugares donde hubo protestas se verificó una fuerte presencia policial el jueves por la noche, pero el viernes los efectivos habían sido retirados. En una calle los uniformados hicieron un cordón para impedir el paso de vehículos y transeúntes que no fueran locales.
Durante los reclamos no hubo actos de violencia ni vandalismo, aunque algunos vecinos indicaron que la policía efectuó algunos arrestos.
La embajada de Estados Unidos en la capital publicó en redes sociales su solidaridad con las protestas y exigió que el gobierno “respete los derechos constitucionales de sus ciudadanos a reunirse pacíficamente”.
Expertos aseguraron que Cuba debe lidiar ahora con la vulnerabilidad de su sector energético y las dificultades de generación que ya traía por la falta de mantenimiento y recursos para modernizarlo.
“El problema estructural con el sector eléctrico cubano ya existía antes del huracán. Podrán tomar medidas que mejoren su comportamiento a corto plazo… pero el salidero en la caldera volverá a producirse una vez más, tarde o temprano. No hay solución a corto plazo”, dijo a la AP Jorge Piñon, director del Programa de Energía y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas. “A largo plazo… mucho dinero”.