Miami, 30 sep (EFE).- Socorristas y soldados trabajan arduamente en Florida este viernes para restablecer la normalidad tras el azote de Ian, que se perfila como el huracán más devastador de la historia del estado y que deja hasta ahora daños incalculables en infraestructura, mientras se mantiene la incertidumbre sobre el número de muertos.
Con un solo fallecido confirmado dos días después de tocar tierra el ciclón, y 20 aún por confirmar, Ian ahora se acerca, con vientos máximos sostenidos de 85 millas por hora (140 km/h) a la costa de Carolina del Sur.
Las Carolinas se apresuran con los últimos preparativos tras ver la senda de destrucción que dejaron en Florida los vientos, la marea ciclónica y las inundaciones por lluvias, devastación que el gobernador Ron DeSantis llegó a catalogar de bíblica en algunos lugares de la costa oeste.
La prioridad ahora es llegar a todas las personas que permanecen aún aisladas en zonas inundadas, con la vista puesta en la incertidumbre de cuál será el balance de fallecidos por causa directa del huracán, que golpeó la península con categoría 4.
Las condiciones son muy complicadas aún en muchas áreas, la incomunicación agrava el rescate y además casi 2 millones de abonados continúan hoy sin servicio eléctrico, según datos de PowerOutage, una web especializada en apagones.
Un equipo con drones también ayuda en la evaluación de daños y rescate a cargo de unos 7.000 soldados de la Guardia Nacional de Florida y otros estados, y están aterrizando también helicópteros para operaciones de rescate en islas que quedaron totalmente incomunicadas.
PELIGRO ES REAL PARA CAROLINA DEL SUR
Miles de personas continúan atrapadas por las inundaciones en sus casas y algunas carreteras están intransitables, en especial en la costa oeste, que esperan la ayuda enviada por el Gobierno federal a través de los soldados de la Guardia Nacional desplazados a unos 20 de los 67 condados de Florida.
Ian, después de cruzar de oeste a este la península de Florida para alcanzar el Atlántico, amenaza ahora a las Carolinas.
“El peligro es real” advirtió el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, al urgir a todos a prepararse.
En Florida, la situación en las zonas afectadas es una incógnita, las imágenes de televisión muestran sobrevivientes con los pocos enseres que rescataron caminando entre las inundaciones en medio de escombros de casas, árboles, postes y embarcaciones.
La Guardia Costera de EE.UU. se centra en la labores de rescate en la costa oeste, socavada por la marejada ciclónica, con embarcaciones llegadas de otros puntos del país.
El condado Lee, en la costa oeste, fue uno de los más afectados el ciclón, que con categoría 4 tocó tierra el miércoles muy cerca de la localidad de Cayo Costa.
Allí, los vientos huracanados provocaron que casas prefabricadas a lo largo de la localidad de Fort Myers se derrumbaran completamente y cayeran muros, por lo que se mantienen abiertos aún los 15 refugios abiertos previo a la llegada del huracán para aquellos que se quedaron sin techo.
NO TODOS LOS MUERTOS SON POR CICLÓN
El gobernador De Santis aclaró este viernes que solo había un muerto confirmado ante información de una veintena más dada por medios de comunicación el día anterior y argumentó que es muy pronto saberlo porque no hay acceso a algunos centros sanitarios.
La incertidumbre creada por la diversidad de cifras y la sospecha de un número elevado de muertes alentada por funcionarios locales hizo que el director de la División de Manejo de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie, matizara hoy que “la gente se muere durante los desastres, pero no todas esas muertes son por causa directa”.
Guthrie sostuvo a la prensa que, de momento, solo puede confirmarse una muerte directamente ligada al paso de Ian por Florida, pero hay otras 20 pendientes de ser ratificadas por parte de los forenses.
Además, la Guardia Costera halló a otros 2 balseros cubanos desaparecidos durante el huracán después de que la embarcación en la que viajaron desde la isla con otras 20 personas a bordo naufragara, con lo que ya son 9 los rescatados.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, aprobó una declaración de zona de desastre para nueve condados de Florida afectados por el huracán Ian que permitirá aumentar la ayuda federal para paliar los daños de Ian.
Por su parte, la primera dama de Florida, Casey DeSantis, anunció hoy que las donaciones para el Fondo de Desastres de Florida superaron ya los 10 millones de dólares.
El más reciente boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) detalla que Ian se acelera hacia la costa de Carolina del Sur arrastrando una marejada ciclónica de alto riesgo y vientos peligrosos.
Ian, en el momento de emitirse el boletín, se situaba alrededor de 60 millas (95 km) al este-sureste de Charleston (Carolina del Sur) y 120 millas (190 km) al sur-suroeste de Cape Fear (Carolina del Norte) avanzando con vientos máximos sostenidos de 85 millas por hora (140 km/h), lo que lo sitúa como huracán de categoría 1, de un total de 5 es la escala Saffir Simpson.
La trayectoria prevista es que el centro de Ian alcanzará la costa de Carolina del Sur hoy y luego se moverá tierra adentro a través del este de Carolina del Sur y el centro de Carolina del Norte esta noche y el sábado.