El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ha asegurado que su país mantiene un diálogo con Rusia para comprar a este país combustible y otras materias primas, pues los intereses filipinos priman sobre las preocupaciones derivadas de la guerra de Ucrania.
“Ahora a lo mejor nos tenemos que acercar a Rusia, quizás pueden aflojar y suministrarnos combustible”, afirmó Marcos en una entrevista con Bloomberg TV el viernes en Nueva York, adonde viajó para participar en la Asamblea General de la ONU.
En la entrevista, el hijo del dictador Ferdinand Marcos, que ganó las elecciones en Filipinas en mayo, más de tres décadas después de que sus padres se exiliaran después de veinte años de un mandato marcado por la corrupción y el ataque a las libertades, aseguró que están “cerca” de finalizar un acuerdo con Rusia y otros países.
Marcos Jr. subrayó que Filipinas no puede ser “autocomplaciente” y delegar en los proveedores habituales, y que mantiene conversaciones con Rusia y otros países para diversificar el suministro de algunos productos.
“El lado político es complicado, pero, en cualquier caso, los intereses nacionales prevalecen”, respondió al ser preguntado por las sanciones que Estados Unidos ha abanderado contra Rusia por la invasión de Ucrania.
“Tenemos que buscar fuentes para administrar combustible. Pero no solo combustible, también fertilizadores y otros productos que son críticos para nosotros”, añadió.
Las declaraciones del presidente filipino se producen después de que mantuviera un encuentro con el mandatario estadounidense, Joe Biden, en los márgenes de la Asamblea de la ONU, en el que trató de acercar posturas con Washington después de que su predecesor, Rodrigo Duterte, apostara por fortalecer los lazos con Pekín.
Filipinas lucha por mantener a raya la ascendiente inflación en el país, y este jueves subió sus tipos de interés en 0,5 puntos porcentuales, tras el incremento de 75 puntos básicos por parte de la Fed estadounidense.
En un comunicado, el banco central filipino justificó la decisión por “la presión de los precios, que continúa creciendo”, y, según la entidad, en 2022 acabará en un 5,6 por ciento, para luego retroceder al 4,1 por ciento en 2023.
“No podemos permitir que se llegue a un punto en el que la gente sencillamente no pueda comprar comida, pagar la electricidad o el agua”, arguyó Marcos Jr en la entrevista con Bloomberg TV.
“Estamos siguiendo la situación muy de cerca para no llegar nunca a ese punto”, remachó.
EFE