A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 1,47 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Ayer, el petróleo de referencia estadounidense cerró con una caída de más del 1 % después de que la Fed anunciara una subida de 75 puntos básicos en los tipos para controlar la inflación y anticipara que seguirá esa política.
Por su parte, el Banco de Inglaterra subió este jueves en 0,50 puntos porcentuales los tipos de interés en el Reino Unido, hasta un 2,25 %, su nivel más alto desde diciembre de 2008.
Los inversores temen que la agresividad de los bancos centrales afecte al gasto de los consumidores, incluyendo los combustibles, y que a nivel general lleve a la economía a una recesión.
No obstante, las tensiones geopolíticas también están influyendo en el precio del oro negro.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, puso ayer en pie de guerra a los rusos al decretar la movilización parcial de 300.000 reservistas para la guerra en Ucrania, medida que busca contrarrestar lo que llamó “chantaje nuclear” de la OTAN, que se propone “destruir” a Rusia.
Al inicio de la guerra en Ucrania, el crudo fue impulsado a los 120 dólares el barril.
Por otra parte, Estados Unidos dijo durante la Asamblea General de Naciones Unidas que no esperaba un gran avance en la reactivación del acuerdo nuclear con Irán de 2015, lo que reduce las perspectivas de un retorno de los barriles iraníes al mercado internacional.
“La guerra en Ucrania seguirá siendo un viento de cola, al igual que la OPEP+ que no alcanzará sus objetivos de producción; sin embargo, es probable que la incertidumbre económica limite cualquier repunte en el rango medio de 90 a 100 dólares el barril”, anota en un informe de Tom Essaye, de la firma The Sevens Report.