Los Ángeles (EE.UU.).- La peor noticia de los últimos días para Luka Doncic ha sido la sorprendente eliminación de Eslovenia en el Eurobasket. Pero fuera de la pista, el genial base también ha tenido dolores de cabeza con un extraño lío legal que le enfrenta a su propia madre por la gestión de la millonaria marca del jugador.
La semana pasada, Marc Stein, uno de los periodistas con mejores contactos y fuentes dentro de la NBA, desveló que Doncic ha hecho una petición a la Oficina de Marcas y Patentes de EE.UU. para cancelar el registro de “LUKA DONCIC 7”.
¿El motivo de esa solicitud? Recuperar el control de una marca que no le pertenece a él sino a su madre, Mirjam Poterbin.
El origen de este embrollo tiene que ver con la precocidad de la estrella de los Dallas Mavericks.
En noviembre de 2018, Doncic, entonces con 19 años, dio permiso a su madre para que registrara su nombre completo como marca.
El esloveno acababa de empezar entonces la temporada en la que deslumbró con su debut en la NBA hasta ser elegido Rookie del Año y quizá eso explique por qué registró “LUKA DONCIC 7”, una referencia al dorsal 7 que llevaba en el Real Madrid frente al 77 que viste ahora en los Mavericks.
Más adelante, el jugador trató registrar bajo su nombre la marca “LUKA DONCIC” pero la Oficina de Patentes rechazó ese intento por ser demasiado similar a “LUKA DONCIC 7”.
Stein detalló que, después de negociar durante meses para recobrar las marcas que están registradas a nombre de Poterbin (al parecer no se trata solo de “LUKA DONCIC 7”), el base, que gestiona sus negocios y patrocinios a través de la compañía Luka99 Inc., presentó una solicitud por escrito en julio de 2021 para expresar su deseo de acabar con la autorización que dio en su día a su madre.
El paso que ha dado ahora tiene que ver con una fecha límite que le dio la Oficina de Patentes para presentar su caso.
“Tengo muchas cosas en el horizonte mientras continúo creciendo como jugador y como persona y es importante para mí controlar mi propia marca y enfocarme en ayudar a mis comunidades”, dijo Doncic en un escueto comunicado.
UNA SONRISA QUE VALE MILLONES
Detrás de esa sonrisa de niño inocente no solo hay un fenómeno que va destrozando rivales por todas las pistas de la NBA sino también un gran potencial de negocio en torno a Doncic, que conecta con la extraordinaria popularidad del baloncesto a escala global.
Como muestra, de los 10 deportistas mejor pagados de 2022 en la lista anual de Forbes cuatro fueron jugadores de baloncesto: LeBron James (segundo solo por detrás de Leo Messi), Stephen Curry (quinto), Kevin Durant (sexto) y Giannis Antetokounmpo (décimo).
Doncic todavía no ha llegado a ese nivel, pero con solo 23 años ya es una de las caras más conocidas de la NBA.
En este sentido, la liga publicó en dos ocasiones la pasada temporada la lista de camisetas más vendidas y el base apareció muy bien colocado en ambas: en la clasificación de enero fue el quinto más popular y en la de abril acabó en octavo puesto.
Además, Doncic tiene 7,2 millones de seguidores en Instagram y otros 1,7 millones en Twitter.
¿Otros ejemplos de su imparable ascenso -con repercusión económica- dentro de la NBA? Doncic fue el protagonista de la portada del videojuego NBA 2K22 y tiene un acuerdo con la marca de zapatillas Air Jordan.
Además, esta temporada entra en vigor su extensión de contrato con los Mavericks por cinco años por la que Doncic cobrará 207 millones de dólares en total.
El efecto en su cuenta bancaria será muy notable: el pasado curso cobró 10,2 millones de la franquicia de Dallas y en esta temporada recibirá nada menos que 37,1 millones.