Es una situación habitual, se lo admita o no. Muchas familias tienen integrantes que son personas tóxicas. Son aquellas que hacen que alguien se sienta incómodo con sus comentarios, a veces en tono de broma, otras como supuestos consejos, se refieren a la apariencia o cuestiones personales, son manipuladores o, simplemente, personas que no saben respetar los límites de los demás.
Quienes ostentan este perfil abundan en todos los ámbitos, pero cuando forman parte de la familia, muchas veces cuentan con el afecto de quienes los sufren. Por eso, lo que en otra situación podría tener una solución simple, como no volver a verlo, en este caso alejarlas es más complicado y hace que se soporte, a veces por demasiado tiempo, ese mal comportamiento.
Las personas tóxicas tienen determinadas características:
-Critican a todo el mundo
-Son envidiosos
-Buscan ser siempre el centro de atención
-No se puede confiar en ellos, no guardan secretos.
-Si cometen un error no lo aceptan ni piden perdón, sino que culparán a alguien más y expresarán que ellos son las víctimas de lo sucedido.
-Se sienten superiores por lo que adoptan actitudes arrogantes y creen que saben de todo en la vida.
“En una relación tóxica siempre existe un tono constante de crítica y tensión. Este comportamiento se origina ya en el seno familiar: si una persona ha sido educada por padres excesivamente críticos y han sido testigos de esta actitud en repetidas ocasiones, ya están acostumbrados a las críticas. Además, estas personas están predispuestas a provocar el mismo tipo de toxicidad en generaciones venideras”, dijo la terapeuta familiar Bonnie Ray Kennan.
Si bien la toxicidad de esas personas no se considera un trastorno mental, la gente dañina puede tener esta actitud debido a que tienen problemas psicológicos que hacen que actúen de esta manera. La psicóloga Chloe Carmichael cree que es importante hacer una distinción clara entre las personas tóxicas y las personas que simplemente no te gustan o que no comparten tus valores.
La principal señal para detectar si uno se encuentra frente a una persona tóxica, sea de la familia, o del circulo exterior, es que luego de estar con ella nos sentimos mal. Se siente como si uno se hubiera quedado sin energía y con una sensación de negatividad. Generan en estrés y hacen reducir tu autoestima.
Carmichael dijo a Newsweek que este tipo de personas “claramente muestran una falta de respeto extrema o malicia real hacia ti, y es alguien cuyo nivel de falta de respeto y malicia hacia sí mismo hace que interrumpa la vida de todos los que lo rodean”
La especialista clasificó a este tipo de personas en dos categorías: Las primeras son agresivamente tóxicas hacia los demás, son físicamente abusivo, insultan o sigue tratando de derribar a otros. En el otro tipo, el nivel de falta de respeto o negatividad en su propia vida hace que sea tóxico estar cerca de ellos. “Como un alcohólico activo que solo quiere sentarse y quejarse de lo terrible que es su vida, pero se niega a aceptar cualquier ayuda”, dijo.
Para Greg Kushnick, también psicólogo, consideró que alguien tóxico generalmente no respeta los límites de otras personas y puede robar la energía y motivación de sus “víctimas”. “Las personas tóxicas generalmente no pueden ponerse en el lugar de otras personas y ajustar su comportamiento en consecuencia. Por lo general, tienen su versión de la realidad y se cierran a las perspectivas de otras personas”.
Tratar con una persona de ese tipo es un gran desafío y correrse del lugar para evitar seguir pagando las consecuencias puede demandar un gran esfuerzo emocional, especialmente si se trata de un familiar. En ese caso, dijo Kushnick, se está tratando tanto con el momento presente como con los recuerdos del vínculo en el pasado. La clave será decidir cuál es el punto en que es demasiado y eso debe terminar.
Poner límites
Los especialistas consideran que cuando uno se conoce a sí mismo, será más fácil reconocer cuándo una persona tóxica es insultante o manipuladora. “Este autoconocimiento incluye su moral, valores y una aguda conciencia de sus factores desencadenantes”, dijo Kushnick.
Es necesario definir qué está uno dispuesto a tolerar y qué no y prepararse para responder a un comportamiento tóxico. El especialista también recomendó obtener la opinión de un tercero que pueda ayudarlo a ver sus puntos ciegos y ofrecerle una perspectiva.
Cómo enfrentarlo
Primero es necesario evaluar si se desea mantener a la persona en la vida o, al menos una relación cordial cuando se ven en reuniones familiares. Si es así valdrá la pena tener una conversación con ellos sobre el tema.
Carmichael dijo que lo primero que se debe hacer en esa conversación es reconocer que fue uno mismo quien permitió que se estableciera un patrón tóxico, porque aceptó que esa persona lo maltratara sin establecer límites, y que ya no está dispuesto a aceptarlo. El ejemplo más habitual que existe de este tipo de relaciones intrafamiliares es el de una suegra con su nuera o su yerno aunque, por supuesto, no son las únicas.
Siguiendo ese ejemplo, en ocasiones ocurre que la persona realiza comentarios desagradables sobre el aspecto físico de su familiar político. Se puede pedir a la persona hablar al respecto.
Carmichael dijo que esta conversación podría comenzar de la siguiente manera: “Quería que supieras que me di cuenta de que permití que se desarrollara cierto patrón, en el que me haces comentarios sobre mi peso o sobre mi fertilidad , y no he sido tan claro/a como pensaba”. Dejar aclarado que esa actitud resulta molesta y admitir que la otra persona puede no estar de acuerdo con uno en este punto, pero subrayar: “Me gustaría que te abstengas de comentar sobre esas cosas. ¿Crees que podría hacer eso?”.
Muchas veces quienes tienen este tipo de personalidades suelen retroceder cuando se ven enfrentados, de todas formas los especialistas recomiendan que, si es necesario, cuando uno se decida a hablarlo, puede pedirse a alguien de confianza que lo acompañe. Especialmente, si se estima que la persona puede ponerse agresiva.
“Si persisten, puedes decir: ‘Mira, toleré eso por un tiempo. No debería haberlo hecho, tuve una conversación contigo al respecto y te dije que no es aceptable. Entonces, en este punto, si persistes, entonces lo que va a pasar es…’ Y decirles cuál es el próximo paso, que podría ser, por ejemplo, ‘mi esposo/a y yo nos vamos a levantar y salir de las visitas familiares’”, dijo Carmichael.
Evaluar si será lo mejor alejar a esa persona
Si el comportamiento no se modifica después de enfrentarlo en una conversación, Kushnick recomendó evaluar si conviene seguir viendo a esa persona o apartarla de la vida.
“Si la persona tóxica no hace ajustes basados en múltiples intentos de dar retroalimentación, podría ser necesario distanciarse de esta persona, al menos temporalmente, para recuperar el equilibrio, la perspectiva y sentirse protegido”, dijo. Carmichael, en ese contexto, recomendó decirles: “Me he dado cuenta de que la forma en que me tratas no es aceptable. No me siento dispuesto, ni capaz de hablar más contigo, por lo que esta será nuestra última conversación”.
Cómo superarlo
Sacar a alguien de la vida de forma permanente no es fácil, especialmente si se tenía una relación cercana. Carmichael ofrece tres consejos clave para sobrellevar la situación.
1-Reconocer que está bien extrañarlos
“Es muy importante recordar que solo porque extrañas a alguien no significa que cometiste un error al despedirte”, dijo Carmichael. “Cuando termina una relación, incluso si fue una relación poco saludable, a menudo solo hay un patrón de familiaridad o incluso, simplemente poder contar con que esa persona esté allí, incluso si fue negativo. Entonces, es normal que surjan cosas como la soledad, porque antes, esa persona tóxica ocupaba mucho de tu espacio mental”, agregó.
2- Escribir una lista de las 10 cosas más tóxicas que hicieron
“Cuando estamos en ese estado mental solitario y vulnerable, a veces podemos tener nuestros anteojos de memoria de color rosa, y puede ser difícil recordar todas las cosas sobre la persona que realmente queremos sacar de nuestras mentes de todos modos”, dijo la especialista.
Por eso recomendó escribir “las 10 cosas más tóxicas que hicieron”. Eso hará recordar por qué los has excluido de tu vida, según Carmichael.
3- Planifique un poco de autocuidado
El cuidado personal siempre es una buena idea, pero es particularmente importante en momentos de estrés o tristeza. “Si planea tener esa conversación de despedida con una persona tóxica, considerar planificar de inmediato un almuerzo o una cena con un buen amigo. También hay que considerar activar una red de apoyo social y explicar lo que está sucediendo en su vida”, dijo Carmichael.
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