La cumbre de la OTAN en Madrid ha encontrado un motivo en sus primeras horas ya para pasar a la historia. Turquía ha anunciado este martes, antes del inicio oficial del encuentro, que levanta su veto para la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica. Esto allana el camino para que los dos países nórdicos se conviertan en los socios 31 y 32 de la organización defensiva, toda vez que habrían encontrado la unanimidad entre los Estados que la forman.
El pacto se ha firmado en Madrid después de una reunión de cuatro horas ‘vigilada’ por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En ese encuentro a tres bandas han participado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, su homólogo finlandés, Sauli Ninisto, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson. Suecia y Finlandia entregaron sus solicitudes de entrada hace ahora mes y medio pero se encontraron con el bloqueo otomano al considerar Ankara que eran “refugio para terroristas” en referencia a los políticos kurdos del PKK. Esa discrepancia parece haber quedado resuelta en la capital de España.
“Quiero hechos, no palabras”, había asegurado el propio Erdogan antes de la entrada al cónclave, que además se ha acabado contraprogramando con la cena de líderes que ofrecían los reyes en el Palacio Real. Las delegaciones finlandesa y sueca llegaron a Madrid de hecho con esperanzas, pero para la Alianza Atlántica ya hubiera sido un éxito haber marcado al menos un calendario que terminase con el levantamiento del bloqueo, sin un pronunciamiento rotundo sobre el fin de ese bloqueo. No ha hecho falta: ya no hay veto. Y ahora el proceso sigue su curso.
Jens Stoltenberg, satisfecho, fue muy claro: “La adhesión se hará realidad”, empezó diciendo, calificando el pacto como “histórico”. El secretario general de la OTAN celebró la determinación de las partes para “reunirse cara a cara” y “encontrar una solución”. Así, el mandatario noruego hizo un llamamiento general para “llegar a acuerdos de consenso” en un escenario como el actual. Sí quiso matizar que la parte del acuerdo que se refiere a las extradiciones se hará de acuerdo a la legalidad y en el marco del respeto de los derechos fundamentales.
A grandes rasgos, el acuerdo recoge precisamente las extradiciones de terroristas por parte de los países nórdicos, que levantarán también el embargo de armas. Además, apoyarán la participación turca en la PESCO de la UE, compartirán tecnología y crearán mecanismos conjuntos en materias de seguridad, justicia e inteligencia. Con todo, retirarán ambos cualquier apoyo al PKK.
“Es normal que haya diferencias entre 30 aliados, pero nuestro punto fuerte es que podemos llegar a acuerdos sobre los asuntos fundamentales”, recordó Stoltenberg, anticipando además que se llegará a más acuerdos de mucha relevancia a lo largo de la cumbre. El reforzamiento de tropas en el Este, la protección del flanco sur y el aumento del apoyo a Ucrania son otros de los puntos clave. Eso sí, recordó que “Turquía está muy preocupada por el terrorismo”, y ahí se apoyaba el hasta ahora importante veto. “Todos los países tienen una responsabilidad que es luchar contra el terrorismo, y este acuerdo refleja esa realidad”, añadió el secretario general.
Suecia, Finlandia y Turquía, reunidos en Madrid.Suecia, Finlandia y Turquía, reunidos en Madrid.OTAN
La cumbre de la OTAN en Madrid ha encontrado un motivo en sus primeras horas ya para pasar a la historia. Turquía ha anunciado este martes, antes del inicio oficial del encuentro, que levanta su veto para la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica. Esto allana el camino para que los dos países nórdicos se conviertan en los socios 31 y 32 de la organización defensiva, toda vez que habrían encontrado la unanimidad entre los Estados que la forman.
El pacto se ha firmado en Madrid después de una reunión de cuatro horas ‘vigilada’ por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En ese encuentro a tres bandas han participado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, su homólogo finlandés, Sauli Ninisto, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson. Suecia y Finlandia entregaron sus solicitudes de entrada hace ahora mes y medio pero se encontraron con el bloqueo otomano al considerar Ankara que eran “refugio para terroristas” en referencia a los políticos kurdos del PKK. Esa discrepancia parece haber quedado resuelta en la capital de España.
“Quiero hechos, no palabras”, había asegurado el propio Erdogan antes de la entrada al cónclave, que además se ha acabado contraprogramando con la cena de líderes que ofrecían los reyes en el Palacio Real. Las delegaciones finlandesa y sueca llegaron a Madrid de hecho con esperanzas, pero para la Alianza Atlántica ya hubiera sido un éxito haber marcado al menos un calendario que terminase con el levantamiento del bloqueo, sin un pronunciamiento rotundo sobre el fin de ese bloqueo. No ha hecho falta: ya no hay veto. Y ahora el proceso sigue su curso.
Los ministros de Exteriores y Defensa, José Manuel Albares y Margarita Robles, en una rueda de prensa ayer.
Albares dice que la OTAN dejará claro que protege “cada centímetro” de su territorio, también Ceuta y Melilla
Jens Stoltenberg, satisfecho, fue muy claro: “La adhesión se hará realidad”, empezó diciendo, calificando el pacto como “histórico”. El secretario general de la OTAN celebró la determinación de las partes para “reunirse cara a cara” y “encontrar una solución”. Así, el mandatario noruego hizo un llamamiento general para “llegar a acuerdos de consenso” en un escenario como el actual. Sí quiso matizar que la parte del acuerdo que se refiere a las extradiciones se hará de acuerdo a la legalidad y en el marco del respeto de los derechos fundamentales.
A grandes rasgos, el acuerdo recoge precisamente las extradiciones de terroristas por parte de los países nórdicos, que levantarán también el embargo de armas. Además, apoyarán la participación turca en la PESCO de la UE, compartirán tecnología y crearán mecanismos conjuntos en materias de seguridad, justicia e inteligencia. Con todo, retirarán ambos cualquier apoyo al PKK.
“Es normal que haya diferencias entre 30 aliados, pero nuestro punto fuerte es que podemos llegar a acuerdos sobre los asuntos fundamentales”, recordó Stoltenberg, anticipando además que se llegará a más acuerdos de mucha relevancia a lo largo de la cumbre. El reforzamiento de tropas en el Este, la protección del flanco sur y el aumento del apoyo a Ucrania son otros de los puntos clave. Eso sí, recordó que “Turquía está muy preocupada por el terrorismo”, y ahí se apoyaba el hasta ahora importante veto. “Todos los países tienen una responsabilidad que es luchar contra el terrorismo, y este acuerdo refleja esa realidad”, añadió el secretario general.
Para Stoltenberg, la entrada de ambos países “es importante para ellos y para el resto, porque cambia el escenario geopolítico. Aportarán soldados muy bien formados, equipo de última tecnología e instituciones democráticas sólidas y fuertes”. El Báltico ve de esta forma una mayor firmeza frente a Rusia. Eso sí, más allá de dar plazos claros, Stoltenberg habló de un “proceso muy rápido” por lo que “podrán acceder pocas semanas después de recibir la invitación (de los 30 miembros)”. Esto, sentenció, “enseña a Putin que estamos dispuestos a actuar”. Y le dejó un mensaje al presidente ruso: “Quería menos OTAN y lo que tendrá es más OTAN a sus puertas, justo lo contrario de lo que pretendía”.
La política de puertas abiertas de la Alianza Atlántica se mantiene, y el secretario general recordó que la OTAN “respetó” que en su momento Helsinki y Estocolmo no se quisieran unir a la Alianza. “Cualquier país tiene la soberanía para decidir su futuro”, esgrimió un Stoltenberg satisfecho con los avances y “alegre” por la decisión tomada por Finlandia y Suecia. En este sentido, celebró que las negociaciones hayan sido “muy constructivas” que se han alargado durante semanas. “Se tendrán que cumplir los compromisos a los que se ha llegado”, terminó.
Fuente: 20m