El presidente chino, Xi Jinping, ha reconocido este sábado que la corrupción en el país, uno de los grandes desafíos de su mandato, sigue siendo grave y complicada a pesar de los avances logrados.
El mandatario ha considerado que la “terquedad y el peligro” de la corrupción no se pueden subestimar, según declaraciones recogidas por CCTV durante una sesión de estudio del Politburó del Comité Central del Partido Comunista.
Xi aprovechó para pedir “tolerancia cero” con la corrupción y ha pedido a los altos funcionarios del Gobierno que se mantengan a sí mismos y a sus familiares “bajo control”.
Asimismo, el mandatario ha hecho un llamamiento a los estamentos superiores para que se adhieran a una relación “moderada y limpia” entre el gobierno y la comunidad empresarial.
Estas declaraciones contrastan con el ambiente de optimismo en el seno del órgano ejecutivo del partido del Gobierno chino, que este viernes describió como un éxito las operaciones de su red anticorrupción de instituciones financieras según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
“Las investigaciones de la Comisión Central de Control Disciplinario ayudaron a fortalecer el liderazgo del partido sobre el sector financiero y evitaron riesgos” para salvar un entorno cuyo volumen de negocio ha alcanzado los 55.000 millones de euros, según el Politburó.
Fuente: EuropaPress