España fue invitada por Estados Unidos a la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en junio en Los Ángeles (California), según informaron este domingo fuentes diplomáticas.
La invitación fue cursada por parte del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, a su homólogo español, José Manuel Albares, quien representará a España en la cita, agregaron estas mismas fuentes.
Washington adelantó que las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua no estarán entre los invitados al considerar que no respetan la democracia, lo que ha provocado incomodidad en todo el continente.
No obstante, la administración del presidente Joe Biden aún no ha revelado públicamente la lista de países convocados a la cumbre, algo que espera hacer en los próximos días.
El primero en levantar la voz por la potencial exclusión de estos tres países fue el presidente mexicano López Obrador, quien anunció su ausencia si no se invita a todos los países de América, una postura a la que posteriormente se sumó el presidente boliviano, Luis Arce.
También la Comunidad del Caribe (Caricom), que cuenta con 15 miembros, ha puesto en duda su participación por el mismo motivo, y ha señalado presiones de Washington para que cambie de opinión.
Mientras que los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Chile, Gabriel Boric; y de Honduras, Xiomara Castro, no han descartado su participación, pero han exigido que no se excluya a nadie en el cónclave.
La Cumbre de las Américas se celebrará en Los Ángeles (California) del 6 al 10 de junio, la primera vez que es organizada por Estados Unidos desde la edición de 1994.
Uno de los principales objetivos del encuentro regional es la elaboración de una declaración conjunta sobre migración, en un momento en el que el flujo migratorio en el continente americano está en aumento.
La otra gran cuestión es cómo relanzar la recuperación económica, después del grave impacto causado por la pandemia de coronavirus.
Mientras el presidente Joe Biden efectúa una gira por Asia, su gobierno procura salvar la cumbre.
Una cumbre vacía socavaría los esfuerzos de Estados Unidos para reafirmar su influencia en América Latina ante los avances de China en la región al tiempo que aumentan las preocupaciones sobre un retroceso democrático en la zona.
De momento, Biden considera invitar a un representante cubano para que asista como observador a la cumbre, según un funcionario estadounidense que solicitó el anonimato para hacer declaraciones sobre deliberaciones delicadas.
Se desconoce si Cuba aceptará la invitación, que será extendida a alguien del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, no al canciller mismo, y si eso sosegará a López Obrador.
Aun si asistiera López Obrador, podría haber una ausencia notable, la de Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, el país más poblado de América Latina, quien se ha abstenido de precisar si acudirá a la cumbre.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, dijo que la primera tanda de invitaciones fue cursada el jueves pasado, pero podría haber adiciones. Declinó precisar quiénes ya recibieron las invitaciones.
Señaló que era “comprensible” las conjeturas sobre quiénes acudirían y señaló que Biden será el primer mandatario estadounidense que participe en la cumbre desde 2015, cuando el presidente Barack Obama viajó a Panamá.
El presidente Donald Trump no asistió a la siguiente cumbre en Perú en 2018 y envió en su lugar al vicepresidente Mike Pence.
“La prioridad de nuestra agenda es que trabajemos juntos sobre los desafíos centrales que enfrenta nuestro hemisferio”, declaró Price, como la migración, el cambio climático y las repercusiones económicas de la pandemia de coronavirus.
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