Pekín, (EFE).- Un lujoso funeral en un área rural de China ha despertado un gran debate en las redes sociales del país por el costo del mismo, estimado en más de 10 millones de yuanes (1,5 millones de dólares, 1,42 millones de euros).
El velatorio tuvo lugar en la ciudad de Yulin, perteneciente a la provincia de Shaanxi (noroeste), donde la tradición rural exige honrar a los mayores tras su deceso, una virtud moral inspirada en las ideas de Confucio.
La controversia nació al verse la grandeza del funeral, lo que provocó un debate sobre la idoneidad de realizar este tipo de tradiciones en tiempos modernos con fuegos artificiales, además de un gran banquete que incluía Mao-tai, una reputada marca del popular aguardiente chino baijiu, y unos cigarrillos de renombre vinculados a Mao Zedong.
Comentan los medios locales que incluso se otorgó 100 yuanes (14,7 dólares, 14,2 euros) a todos aquellos que asistieron al funeral, lo que motivó a familias enteras a personarse en el mismo.
Al poco tiempo, el hijo del difunto, un empresario del carbón local con hoteles y mercados, fue entrevistado y explicó que se hallaba fuera todo el año, por lo que rara vez regresaba a casa y no cuidaba bien a su padre.
Para agradecer a los vecinos por sus cuidados, amplió la escala del velorio, pero sin querer presumir de su riqueza, ya que muchos de los víveres del banquete fueron proporcionados por sus empresas.
Las autoridades locales informaron que no podían evitar este tipo de fastos porque el ciudadano en cuestión no era miembro del Partido Comunista de China (PCCh) ni un funcionario público.
En 2017, el Gobierno de Yulin celebró una reunión oficial para frenar las costumbres de lujosas ceremonias fúnebres y matrimoniales, con la esperanza de promover hábitos financieros sostenibles.