Naciones Unidas, (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU discutió este jueves una posible respuesta a la decisión de los talibanes de volver a imponer el burka a las afganas, criticada con mucha dureza por varios países, que consideran cada vez más evidente que el grupo no va a cumplir con sus promesas en materia de derechos de la mujer.
Los quince estados miembros del Consejo se reunieron a puerta cerrada para abordar este nuevo ataque contra las mujeres en Afganistán, que se suma a otras restricciones adoptadas desde que los fundamentalistas retomaron el poder.
“Ahora está perfectamente claro que los talibanes no tienen intención de respetar sus compromisos ante la comunidad internacional y ante el pueblo afgano, en particular las mujeres”, lamentó la embajadora irlandesa ante Naciones Unidas, Geraldine Byrne Nason, en declaraciones a los periodistas.
La diplomática consideró la imposición del burka “absolutamente deplorable” y opinó que la comunidad internacional tiene “la responsabilidad moral” de responder.
“Tenemos que unirnos para condenar políticas que buscan excluir a la mitad de la población de un país de la vida pública”, insistió la representante de Irlanda, que junto a México preside un grupo informal de expertos que asesora al Consejo de Seguridad en cuestiones de mujer.
“Este Consejo tiene que hablar rápidamente con una voz para condenar inequívocamente las restricciones anunciadas por los talibanes”, añadió la representante alterna de México ante la ONU, Alicia Guadalupe Buenrostro.
Noruega, que fue quien convocó la reunión de hoy, propuso al resto de países un borrador de resolución, pero al término de la cita aún estaba discutiéndose, según fuentes diplomáticas.
La embajadora adjunta noruega, Trine Heimerback, dijo a los periodistas que su país espera que el texto -que necesita consenso- pueda aprobarse en los próximos días.
“Las políticas de los talibanes siguen centrándose en oprimir a mujeres y niñas en lugar de abordar la crisis económica”, criticó Heimerback, que señaló que su Gobierno continuará manteniendo comunicación directa con las autoridades de facto de Kabul para expresar su preocupación y tratar de lograr cambios.
