Tapadas de pies a cabeza. Así quieren los talibanes a todas las mujeres y niñas. La nueva norma decretada este sábado en Afganistán obliga al uso de prendas como el burka que cubran todo el cuerpo salvo los ojos.
Las autoridades amenazan con encarcelar al pariente varón más cercano de las mujeres que no cumplan. Así lo anunciaba Shir Mohammad, portavoz del Ministerio de Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio:
“Las mujeres que no se cubran, en primer lugar, deben ser identificadas, y sus tutores deben ser aconsejados y las propias mujeres deben ser castigadas. En segundo lugar, hay que llevar a sus tutores al departamento correspondiente para que les den explicaciones. En tercer lugar, sus tutores deben ser encarcelados durante tres días. En cuarto lugar, sus tutores deben ser juzgados y castigados como corresponde”.
Esta medida se suma a la larga lista de restricciones contra las afganas desde que los fundamentalistas tomaron el control del país el pasado agosto. Entre ellas, la segregación por sexos en lugares públicos y la privación a las adolescentes de asistir a la escuelas.
Pese a que los fundamentalistas prometieron respetar los derechos de las afganas para poder obtener reconocimiento internacional, la realidad que viven las mujeres en ese país se asemeja cada vez más a la época del primer régimen talibán de 1996 y 2001, cuando fueron recluidas en sus hogares, sin posibilidad de estudiar o trabajar.