Los adultos con asma tienen más riesgo de desarrollar obesidad, según el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que especifica que el peligro es más elevado entre quienes padecen asma no alérgica, han tenido la enfermedad durante más tiempo o están en tratamiento con corticosteroides.
El estudio, que publica hoy la revista ‘Thorax’, ha analizado los casos de más de 8.700 personas de once países europeos y Australia para concluir que las personas adultas con asma tienen más probabilidades de padecer obesidad en el futuro.
“Varios estudios han mostrado que el asma y la obesidad comparten algunos factores de riesgo socioeconómicos, conductuales y ambientales que pueden conducir al desarrollo de ambas enfermedades”, ha señalado Subhabrata Moitra, que llevó a cabo esta investigación en ISGlobal y ahora es investigador en la Universidad de Alberta.
Según Moitra, “algunas investigaciones anteriores se centraban en los mecanismos por los que la obesidad podía provocar asma, pero la relación inversa no había recibido mucha atención hasta hace poco”.
Los investigadores del ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, utilizaron datos del estudio de cohorte European Community Respiratory Health Survey (ECRHS), recogidos en tres oleadas entre 1990 y 2014 y con visitas de seguimiento a intervalos de aproximadamente 10 años que recogieron datos de pruebas de función pulmonar, del índice de masa corporal y del estado y características del asma de los participantes.
Entre el primer y el segundo seguimiento, el 14,6 % de los participantes no asmáticos desarrollaron obesidad, mientras que el porcentaje aumentó hasta el 16,9 % entre participantes asmáticos.
La diferencia entre los dos grupos se hizo más evidente cuando los investigadores tradujeron los datos en un riesgo relativo que tenía en cuenta el papel de otros factores, como el asma y el tabaquismo, y vio que los asmáticos tenían un 21 % más de riesgo de padecer obesidad en comparación con los no asmáticos.
Las personas asmáticas con mayor duración de la enfermedad tenían un 32 % más de riesgo de obesidad que las de menor duración y las que tenían asma no alérgica tenían un 47 % más que las que tenían asma alérgica.
Los pacientes que trataban su asma con corticosteroides mostraron un 99 % más de riesgo de obesidad en comparación con quienes no utilizaban este tratamiento, que ya se había asociado con un aumento de peso anormal en investigaciones anteriores.
“Una posible explicación del aumento de peso asociado al asma podría ser la reducción de la actividad física en los pacientes asmáticos, pero nuestros resultados no apoyan esta hipótesis, ya que los niveles de actividad física en nuestro estudio no afectaron a la asociación observada”, ha aclarado Judith García-Aymerich, responsable del Programa de Enfermedades No Transmisibles y Medio Ambiente de ISGlobal.
A diferencia de un estudio anterior que encontró esta asociación entre el asma y el aumento de peso sólo en las mujeres, en este caso no hubo diferencias de sexo.
Otro estudio anterior había encontrado una asociación entre el asma en niños y obesidad después de un seguimiento de 10 años, pero este es el primer estudio que muestra una asociación similar en los adultos, independientemente de su sexo.
El estudio se llevó a cabo en Alemania, Australia, Bélgica, España, Estonia, Francia, Islandia, Italia, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza.
EFE