La Semana Santa ofrece a los dominicanos libertad laboral que es aprovechada para trasladarse masivamente al interior del país y las expresiones de felicidad son tan grande, que vacacionistas gritan a viva voz las deseos del corazón, que van desde tomar ron en demasía, bañarse hasta más no poder y disfrutar sin dosificar los placeres.
Los planes contemplan no economizar nada, al contrario, derrochar los placeres por la ingesta de alcohol, comida, playa y río, desde tempranito, evitando a toda costa que el día pase de largo.
Los que tienen la libertad de escaparse desde este Jueves Santo, ventilan sus deseos a través de N Digital, con una apretada agenda que incluye de todo, menos ir a misa.
PLAYA AHORA…REFLEXIÓN DESPUÉS
Esta ciudadana tiene bastante claro a lo que va para Jarabacoa: “A beber romo”.
Otros también harán lo propio desde su traslado en un vehículo, pero disimulan, y alegan que la bebida servida en vasos, es solo de lujo.
Este individuo armó su maleta y se marchó, aunque no tiene ni idea de para donde va.
Esta señora ignora totalmente el operativo de prevención por Semana Santa que tiene el COE
La ocasión es propicia para esta mujer ver a familiares con los que no comparte en años.
Pero no todo busca el bullicio y los grandes conglomerados. Este señor prefiere la tranquilidad, en la sombrita, con la familia
En cambio, este individuo quiere ventilar al sol y al agua sus deseos de bañarse “a dos manos”, en Barahona.