El Día Mundial de la Salud, que se conmemora este 7 de abril, encuentra a la República Dominicana atrapada en un sistema sanitario en crisis, caracterizado por el abandono de la estrategia de atención primaria y por un creciente deterioro de los hospitales públicos.
La Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA) considera que el sistema dominicano de salud requiere un urgente cambio estructural y un nuevo enfoque que incluya promover la vida sana, prevenir enfermedades y garantizar servicios sanitarios oportunos y de calidad.
Diagnósticos realizados por ADESA revelan un déficit muy grande de unidades de atención primaria en salud y una grave crisis de los hospitales municipales, provinciales y especializados. Para cubrir el primer nivel de atención debería existir cerca de 7 mil unidades de atención primaria y solo operan, con muchas deficiencias, unas 1,250. En ellas falta personal especializado en salud comunitaria y familiar, medicamentos, presupuesto y equipos, situación que se repite en los 130 hospitales del II Nivel de Atención.
“La salud se encuentra en cuidados intensivos sin que se vislumbre una solución ni a corto ni a mediano plazo. El actual Gobierno mantiene intacto el mismo modelo de salud que se instaló hace más de dos décadas y que ha guiado las actuaciones de 4 presidentes de la República y cinco ministros. Ese modelo llevó a la ruina a casi todos los hospitales públicos, desatendió la atención primaria, promovió el encarecimiento y la privatización obligatoria mediante el régimen contributivo del Seguro Familiar de Salud y dejó al 58% de la población en condición de desamparo”, explica la entidad que agrupa a cientos de organizaciones sociales.
La actual crisis del sistema demanda la búsqueda de soluciones concertadas y urgentes para evitar que en el país se generen estallidos sociales de consecuencias impredecibles.
El gobierno ha dispuesto y llamado al diálogo creando mesas para diversos temas, en ese marco está la mesa de salud, ADESA propuso a los partidos políticos, al Gobierno y a los demás actores participantes firmar un pacto de diez puntos para encauzar al país por la ruta hacia un nuevo modelo sanitario, enfocado en derechos y que priorice la prevención de enfermedades.
Entre los puntos del pacto están rescatar la rectoría del Estado, incrementar a un 5% del Producto Interno Bruto el presupuesto de salud, elaborar un plan decenal del sector e incorporar a las organizaciones comunitarias y sociales a los consejos de administración de los hospitales.
ADESA pondera el diálogo por la salud que se está desarrollando y advierte que si éste fracasa el único camino que le quedará al pueblo será el de la movilización social y la confrontación, lo cual no deseamos transitar. Sin embargo, el Gobierno y oposición deben entender que el derecho a la salud es un derecho denegado en este país y que la crisis sanitaria es tan grave que no puede prolongarse más, que urge la intervención inmediata de este sector. O concertamos o nos enfrentamos”,
Nos apena, nos indigna la medida anunciada ayer por el gobierno dominicano en la figura del primer mandatario Luis Abinader, anunciando la disposición de 2 mil millones de pesos de financiamiento para el fortalecimiento y la expansión del sector privado. (remodelación de centros, equipamiento y ampliación de servicios). Ironía de la vida, mientras nuestro presidente da un paso para proteger y beneficiar al sector privado de la salud, en esa obvia línea de privatización del sistema, nuestra red hospitalaria se cae a pedazos precisamente por la falta de la inversión necesaria.
El presidente mira hacia el futuro e importantiza la remodelación de centros privados mientras nosotros tenemos en el país hospitales con 8 y 9 años en reparación, hospitales sin equipamiento, sin materiales médicos.