Especies en peligro por este temible animal marino que se mantuvo escondido en el mar peruano. En el año 2021 se dio a conocer uno de los descubrimiento más importantes que se haya registrado en el país. Recién a inicios del 2022 se informó sobre las primeras evaluaciones a los restos óseos del denominado ‘monstruo marino’ del Perú, una ballena antigua considerado uno de los depredadores más grandes que existió hace 36 millones de años. Su impresionante tamaño ha sorprendido a la comunidad de investigadores, al ser de 17 metros.
El descubrimiento del cráneo de la ballena se dio gracias a un desentierro que se hizo en el desierto peruano ubicado en Ocucaje, Ica. El análisis de esta pieza precisa que por la forma de sus dientes, afilados y en forma de navaja, este se alimentaba de tiburones y similares en su tamaño.
“Gracias a este tipo de fósil podemos reconstruir la historia del mar peruano. Este es un hallazgo extraordinario por su gran estado de conservación. Este animal fue uno de los depredadores más grandes de su tiempo”, precisó Rodolfo Salas-Gismondia, investigador y director del Departamento de Paleontología de Vertebrados en el Museo de Historia Natural de Lima, a la agencia AFP.
SU ZONA DE CACERÍA
Salas menciona que en aquella época estimada, el mar peruano tenía una temperatura tibia, la cual habría sido un entorno cálido y cómodo para este animal, que habría formado parte a la especie basilosurio, que pertenece a la familia de los cetáceos acuáticos, que tiene entre sus descendientes a las ballenas, delfines y marsopas.
Si bien la palabra “basilosaurus” significa “lagarto rey”, este animal no era un reptil, aunque gracias a su largo cuerpo pudo haberse movido como una serpiente gigante, según el equipo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos encargado de la investigación. “Cuando estaba buscando su comida, seguramente hizo mucho daño” se precisa cuando se intenta describir su método de caza bajo el agua.
Los expertos indicaron que cuando la ballena antigua murió, su cráneo probablemente se hundió hasta el fondo del mar, donde fue enterrado y preservado rápidamente. Su conservación y perfecto estado de fosilización se debe al suelo que conforma el distrito de Ocucaje.
A finales del período Eoceno (hace entre 56 y 34 millones de años), los cetáceos se habían adaptado por completo a la vida marina. En el caso de las ballenas, estas aún no habían evolucionado y casi todos eran macro depredadores marinos.
SOBRE EL LUGAR DEL HALLAZGO
Los expertos responsables de la investigación sostuvieron que el desierto de Ocucaje es rico en fósiles, proporcionando a los científicos evidencia evolutiva de 42 millones de años. Otros fósiles que fueron encontrados en este destino han sido ballenas enanas de cuatro patas, delfines, tiburones y otras especies del período Mioceno.
SOBRE LAS BALLENAS
Un artículo de GreenPeace explica que las ballenas son los animales más grandes que jamás hayan existido. Pertenecen a un grupo de mamíferos marinos conocidos como cetáceos. No son peces porque tienen sangre caliente, respiran aire a través de pulmones y dan a luz a crías vivas que se alimentan de leche materna.
Existen dos tipos de ballenas y se clasifican en:
– Las dentadas (como el cachalote y la orca). Tienen dientes y están dentro del suborden de los odontocetos. Su anatomía y diseño físico les permite sobrevivir en su hábitat. Estos mamíferos marinos dependen de sus aletas pectorales y dorsales con las cuales se desplazan en el agua y mantienen su equilibrio.
– Las barbadas (como la ballena jorobada y la azul). Poseen placas en forma de peines que están formadas por estructuras compuestas de pelos rígidos. Estos generan una red que filtra la comida del agua del mar.
La gran mayoría de las grandes ballenas son barbadas y se alimentan fundamentalmente de minúsculas criaturas llamadas krill, parecidas a los camarones.
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