Miami, 16 mar (EFE).- Aunque sus defensores dicen que salvan vidas, las tiras reactivas para detectar si hay fentanilo en una dosis de heroína o cocaína van a seguir siendo ilegales en Florida, el segundo estado de EE.UU. con más muertes por sobredosis.
La mayoría republicana del Congreso de Florida rechazó hace unos días incluir en una ley relacionada con políticas sobre drogas la legalización de esos reactivos, lo que impide su comercialización.
Los que votaron en contra alegaron que pueden incitar a consumir drogas, el mismo argumento que esgrimen los que se oponen a que el “narcan”, el antídoto para los sobredosis de opiáceos, circule entre los consumidores de drogas y se facilite ampliamente a los policías y paramédicos que deben atender esas emergencias.
Desde mayo de 2020 hasta abril de 2021 murieron en Estados Unidos 100.306 personas por sobredosis y en un 64 % de los casos hubo de por medio opiáceos sintéticos, especialmente el fentanilo, que tiene origen en China y llega a EE.UU. procedente de México, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
MÁS DE 7.000 MUERTES POR SOBREDOSIS EN 12 MESES
En Florida, en doce meses (octubre 2020-septiembre 2021) las sobredosis se cobraron la vida de 7.574 personas (7.422 un año antes), una cifra solo superada en California, donde hubo 10.098 muertes por esa causa en el mismo periodo (8.480).
No legalizar las tiras detectoras de fentanilo “es otro gran error”, dice a Efe Joy Stampler, una activista de la despenalización de las drogas y de un trato digno para los que las consumen, que considera que debería ser una prioridad para las autoridades de Florida y de todo EE.UU. reducir las sobredosis.
Stampler perdió a su hijo Jonathan a causa de una sobredosis de heroína en 2003 y es viuda de Jack Fishman, el científico que desarrolló el “narcan”, el nebulizador nasal que si es usado a tiempo puede revertir los efectos de un exceso de droga en el organismo.
Según los que abogan por un cambio en la política hacia las drogas y lo que se conoce como “reducción de daños” (harm reduction), el número de muertes por sobredosis disminuiría si los consumidores pudieran determinar que la cocaína, heroína u otra droga que van a consumir ha sido “cortada” con fentanilo, un opioide sintético que es 50 veces más potente que la heroína y más barato.
“Si saben que hay fentanilo, al menos existe la posibilidad de que alguno decida no consumir esa dosis”, dice Stampler para explicar su postura a favor de que el uso de las tiras reactivas se generalice entre los que usan drogas.
Según la organización no gubernamental Harm Reduction, las tiras de prueba de fentanilo pueden usarse en drogas inyectables, en polvo o píldoras.
Solo detectan la presencia del opioide, no la cantidad.
CONOCER QUE HAY FENTANILO PUEDE SER LA SALVACIÓN
“Conocer que algo tiene fentanilo permite a la gente poner en práctica estrategias de reducción de daños adecuadas para reducir el riesgo de sobredosis”, dice la ONG.
La semana pasada cinco cadetes de la Academia militar West Point sufrieron sobredosis luego de consumir cocaína mezclada con fentanilo en una casa que habían alquilado para pasar las vacaciones en Wilton Manors, en el sur de Florida (EE.UU.).
Según las informaciones facilitadas por la policía, dos entraron en una parada cardiorrespiratoria y los otros se vieron expuestos al fentanilo al hacerles la respiración boca a boca para reanimarlos.
A los pocos días fue detenido Axel Giovany Casseus, de 21 años, quien presuntamente les vendió la droga.
El domingo 13 de marzo, también en el condado Broward, que linda con el de Miami-Dade, cuatro hombres debieron ser hospitalizados tras haber consumido drogas en una casa, donde la policía halló después restos que contenían fentanilo.
El congresista federal demócrata Ted Deutch, cuya jurisdicción abarca Wilton Manors, criticó al Congreso de Florida por no aprobar la iniciativa para legalizar las tiras reactivas.
Deutch consideró que no es “realista” pensar que los jóvenes no van a tomar alcohol en grandes cantidades o a probar drogas duras y por eso es necesario darles “herramientas” para que estén a salvo, además de tomar medidas para frenar el flujo de opioides sintéticos desde México.
“Da miedo ver que el fentanilo está por todas partes”, dice Stampler, que tiene su propia fundación para ayudar a sobrevivir a los consumidores de drogas y, si lo desean, también a dejarlas.
La fundación distribuye jeringas desechables, narcan y también tiras reactivas para detectar fentanilo desde determinados puntos del sur de Florida.