Las sondas Solar Orbiter y Parker Solar Probe, diseñadas para el estudio de las características del Sol, han recopilado datos e imágenes de vario eventos relacionados con el comportamiento de la estrella.
El pasado 2 de marzo, la nave espacial Solar Orbiter, que es parte de la misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), logró capturar una gran llamarada solar mientras se preparaba para alcanzar el próximo día 26 su máxima aproximación al astro.
Los científicos de ESA calificaron la erupción como de clase M, la cuarta más alta de las cinco categorías que miden la intensidad de las llamaradas solares, cuyo estallido puede causar problemas en las comunicaciones radiales en los polos terrestres, además de ligeras tormentas de radiación solar que pueden poner en riesgo a los astronautas.
Las imágenes, publicadas este lunes, fueron tomadas por el instrumento de Imagen Ultravioleta Extrema (EUI, por su siglas en inglés) con el que está equipado la nave.
Por: RT