El sector financiero de la República Dominicana fue clave para el crecimiento económico que registró el país durante el 2021, año en que la nación experimentó una reapertura económica luego de que el 2020 fuera azotado por la pandemia del coronavirus.
Según las estadísticas arrojadas por el Banco Central y la Superintendencia de Bancos, las entidades de intermediación financiera registraron un aumento de sus activos de RD$386,635.6 millones al 31 de diciembre de 2021, para un crecimiento interanual de 16.3 %.
Asimismo, la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) y sobre los activos promedio (ROA) se ubicaron en 20.7 % y 2.3 %, respectivamente.
Adicionalmente, según el Banco Centrla, la morosidad de la cartera de créditos fue de apenas 1.3 %, con provisiones que otorgan una cobertura de la cartera vencida de 361.2 %, lo que evidencia un bajo nivel de riesgo para la cartera de créditos del sistema financiero.
A noviembre de 2021, el coeficiente de solvencia del sistema bancario se ubicó en 19.1 %, muy por encima del 10 % exigido por la regulación vigente en República Dominicana.
En relación a la banca múltiple, la cual representa el 88.0 % del sistema bancario nacional, la misma presentó una solvencia de 16.8 % a noviembre de 2021.
En cuanto a la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) y sobre los activos (ROA) de los bancos múltiples, estos indicadores se ubicaron en 22.6 % y 2.2 %, respectivamente.
De igual forma, la morosidad de su cartera de créditos fue de tan solo 1.3 %, con provisiones que cubren el 387.8 % de la cartera vencida, lo que refleja que la banca múltiple continúa estable y patrimonialmente fuerte.
El Banco Central destaca que si bien las condiciones en el ámbito internacional continúan desafiantes, la economía dominicana ha demostrado una notable resiliencia que le permitiría enfrentar con mayor fortaleza este escenario incierto. En ese sentido, se proyecta un crecimiento del PIB real para el año 2022 entre 5.5 %-6.0 %, ligeramente por encima del potencial, en un contexto de fuertes fundamentos y de estabilidad macroeconómica.
Adicionalmente, en vista de las presiones inflacionarias de origen externo que han estado incidiendo en el nivel de precios domésticos, se proyecta que la inflación converja gradualmente al rango meta de 4 % ± 1 % en el horizonte de política monetaria, en un escenario de política monetaria activa.
Por otro lado, se prevé un déficit de cuenta corriente entre 2.5 % – 2.8 % del PIB en 2022 que sería cubierto con la Inversión Extranjera Directa que podría alcanzar los US$3,200.0 millones en el presente año.