La COVID vuelve a golpear con fuerza la NBA con Los Angeles Lakers ahora como gran epicentro. Las últimas pruebas realizadas en la franquicia angelina han elevado a cinco los jugadores que están bajo los protocolos de sanidad y seguridad tras confirmarse los positivos de Russell Westbrook y de Avery Bradley. Malik Monk, Dwight Howard y Talen Horton-Tucker son los otros tres afectados.
Vogel también tiene la baja de larga duración de Kendrick Nunn y la ausencia de Trevor Ariza, que todavía no ha debutado esta temporada. Es decir, un total de 7 ausencias que no estarán en Minnesota ante los Timberwolves en la madrugada del viernes al sábado ni en Chicago ante los Bulls de domingo a lunes. Además, LeBron James y Anthony Davis están tocados por diferentes molestias y son duda para esos dos partidos.
Una larga lista de bajas que han llevado a los Lakers ha firmar un contrato de diez días a Isaiah Thomas a través de la hardship exception, una excepción que permite a los equipos superar el límite de 15 jugadores en la plantilla cuando al menos cuatro estén enfermos o lesionados durante más de dos semanas.
Pero no solamente los angelinos están siendo fustigados por la COVID. La NBA suspendió dos partidos de los Chicago Bulls, frente a Detroit Pistons y a Toronto Raptors, al tener los de Illinois una decena de jugadores bajo los protocolos de sanidad: Alize Johnson, Coby White, Javonte Green, DeMar DeRozan, Matt Thomas, Derrick Jones Jr., Ayo Dosunmu, Stanley Johnson, Zach LaVine y Troy Brown Jr. Brooklyn Nets y Milwaukee Bucks también se han visto afectados por un brote. Los actuales campeones tienen a Giannis Antetokounmpo, Donte DiVincenzo, Wesley Matthews y Bobby Portis apartados.
Diciembre
En total, y según las cuentas de Adrian Wojnarowski, 65 jugadores han entrado en los protocolos de seguridad, 49 solo en diciembre (Jabari Parker, de Boston Celtics, cerraba esa lista hace unas horas). También dos entrenadores, Rick Carlisle (Indiana Pacers) y Alvin Gentry (Sacramento Kings), y un ejecutivo: Masai Ujiri, de Toronto Raptors. Un problema galopante a menos de diez días de la gran fiesta de NBA, la jornada de Navidad, que reserva para algunos de los mejores partidos de la temporada. Y eso, teniendo en cuenta que las cifras de anoche siguen aumentando inexorablemente sin que nadie pueda frenarlas.
Este repunte de casos que puede no ser aislado. Varios ejecutivos de la NBA esperan un aumento después de la Navidad y Año Nuevo, según la ESPN, debido al aumento de infecciones en todo el país a medida que la gente se reúna para las vacaciones como ha pasado con Acción de Gracias.
Y la tensión empieza a palparse: “Esto era lo esperado”, señaló un gerente general de la Conferencia Este sobre el aumento de jugadores que ingresan a los protocolos de salud y seguridad. “Hace semanas nos dijeron, debido a las vacaciones, que iba a haber un repunte, no solo en la NBA sino en general. Así que no es de la nada”. “Números esperados, pero preocupantes”, dijo un segundo gerente general de la Conferencia Este.
Nuevas medidas
De momento, la NBA ya ha anunciado algunas medidas de cara a la Navidad. Según ha adelantado Adrian Wojnarowski, esto consistirá en hacer una cantidad ingente de pruebas durante las dos semanas festivas y en volver a hacer la mascarilla obligatoria para jugadores y personal de los equipos en todos los lugares que dependan directamente de la competición norteamericana: banquillos, salas de pesas… Eso sí, no parece que con esto se vaya a contener el virus y es probable que en los próximos días se anuncien restriccionees mucho más estrictas que nos acercen mucho más a la situación que hemos vivido estas dos últimas temporadas que a la añorada normalidad a la que no terminados de volver.