El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, rechazó vínculos con el presunto pago de sobornos de la constructora española FCC a cambio de obras públicas durante su gobierno, investigación por la que declaró este viernes ante la Audiencia Nacional de España.
“He declarado voluntariamente, renunciando a todos mis derechos, en un proceso en el que no tengo absolutamente nada que ver”, señaló Martinelli en un video publicado en su cuenta de Twitter, tras comparecer por videoconferencia ante el juez Ismael Moreno.
Sin embargo, el diario panameño La Prensa precisó que el exgobernante se negó a responder a la fiscalía y solo contestó aquello que le preguntaba su abogado.
En 2019, la justicia española imputó a la constructora Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) por corrupción y blanqueo de capitales, por presuntamente haber pagado 82 millones de euros en comisiones para adjudicarse contratos en Panamá, junto a la brasileña Odebrecht.
Entre las obras investigadas están la construcción del Metro de Panamá y la Ciudad Hospitalaria.
En 2020 la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar) emprendió acciones legales contra el expresidente por presunto blanqueo de capitales y corrupción, como parte del caso FCC.
Esta organización es dirigida por el exjuez español Baltasar Garzón, quien ha perseguido internacionalmente a responsables de crímenes contra los derechos humanos y la corrupción.
Este es un proceso “inventado por un señor Garzón por motivos políticos que desconozco y espero que este caso se cierre pronto”, agregó Martinelli.
Fibgar señala a Martinelli por haber recibido presuntos pagos de FCC durante su mandato (2009-2014). La justicia panameña también investiga a la constructora española.
Desde 2016, FCC es controlada por el grupo Carso, del mexicano Carlos Slim.
Martinelli, absuelto por espionaje a sus opositores, ha sido señalado en diversas investigaciones por corrupción durante su administración. Tras su salida del gobierno, una docena de altos funcionarios fueron detenidos por diversos escándalos.
Recientemente dos hijos del exmandatario, presos en Nueva York, se declararon culpables de conspiración para lavar cerca de 30 millones de dólares en sobornos de la compañía brasileña Odebrecht para un familiar “cercano” con un alto rango público en Panamá.
AFP