El legendario mariscal de campo Tom Brady recuperó su mejor imagen de ganador y ante los New York Giants se encargó de liderar el ataque imparable de los Tampa Bay Buccaneers que se impusieron por 30-10 en el tradicional partido de los lunes por la noche de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) con el que se completó la Semana 11 de competición.
Brady salió decidido a darlo todo en el campo con un juego agresivo, fuerte y sin temor a la defensa rival para demostrar que quería volver de inmediato al camino del triunfo después de haber sufrido dos derrotas seguidas ante Washington y los New Orleans Saints.
El veterano mariscal de campo lanzó para 307 yardas y dos touchdowns y los Buccaneers (7-3) actuales campeones del Super Bowl se reencontraron en el camino ganador.
También evitó ser protagonista de una tercera derrota consecutiva de su equipo algo que había permitido desde el 2002 cuando comenzó con los New England Patriots.
Brady inició 10 de 10 antes de fallar en una bola profunda al receptor abierto Mike Evans. En la siguiente jugada, el jugador de 44 años corrió 10 yardas en tercera y 4 para extender la serie de Tampa que terminó con el pateador de campo Ryan Succop haciendo un gol de campo de 25 yardas que puso el marcador a 10-3, dejando despejado el camino el triunfo de los Buccaneers.
El legendario pasado acabó el partido con 30 pases completados de 46 envíos, le hicieron una interceptación y dejó en 6-1 la marca individual que tiene en los duelos contra los Gigants en la competición regular de liga.
Pero perdió dos Super Bowls ante Nueva York, incluido uno que impidió que Nueva Inglaterra tuviera una temporada perfecta.
Brady, siete veces campeón del Super Bowl, lidera la NFL con 29 pases de anotación y es segundo en yardas con 3,172.