Ex director de Presupuesto advierte Gobierno debe parar política de endeudamiento

El ex director de la Dirección General de Presupuesto, Luis Reyes, advirtió al gobierno  que su política de endeudamiento se convertirá en una bola de nieve que será insostenible a largo plazo y causará  problemas a la República Dominicana en el mercado nacional e internacional.

Reyes indicó que en tres años el gobierno se habrá endeudado en unos 500 mil millones de pesos solo para pago de intereses de la deuda y algunos gastos operacionales.

Explicó que en el país hay una gran rigidez presupuestaria, por lo que el gobierno debe ser cauto al asumir nuevos compromisos y obligaciones, para evitar  introducir más rigidez al presupuesto, porque eventualmente, dentro de 6 o 8 meses, la población sufrirá  las consecuencias.

Recordó que el año pasado el gobierno se endeudó por 210 mil millones de pesos para el pago de los intereses de la deuda externa y para algunos gastos operacionales y este año se estima que se endeudará en unos 140 mil millones de pesos para el mismo propósito.

Dijo que en proyecto del presupuesto que cursa en el Congreso se estima que hay unos 230 mil  millones de pesos que el gobierno también tomará prestado para el pago de los intereses de la deuda y gastos operacionales.

Indicó que el problema no es  el endeudamiento per sé, sino las políticas, medidas, herramientas y estrategias  que tiene el gobierno para garantizar a la comunidad financiera internacional, a los inversionistas externos e internos  la sostenibilidad de las cuentas fiscales y el cumplimiento de las obligaciones que tiene el gobierno con ellos.

Dijo que el endeudamiento debe responder a los términos financieros y al destino que se le dará a esos recursos, por lo que al gobierno le hace falta un banco de datos de proyectos y cómo se logrará el retorno de los recursos que se inviertan en los mismos.

Luis Reyes Santos, miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana, explicó  que el gobierno ha logrado reducir el déficit fiscal de este año sobre la base de la toma de anticipos fiscales de ingresos al sistema bancario y por Ley de Transparencia Patrimonial, sin explicar los términos en que llevó a cabo esas operaciones.

Dijo que el gobierno, que presume de transparencia,  no ha sido claro con relación a esos anticipos, de unos 47 mil millones de pesos, que se hacen con una tasa de descuento mayor que la de los préstamos.

“El gobierno, que presume de transparencia,  debe servir esa información. Esa era una práctica hasta cierto punto normal hasta el año 2014, que el gobierno de Danilo Medina decidió dejar atrás  por la falta de transparencia, a nosotros que nos imputan de no ser transparentes; pero esta administración no ha explicado los términos de esa operación”, precisó el dirigente peledeísta en declaraciones reseñadas por la Secretaría de Comunicaciones del PLD.

Indicó que eso es un préstamo encubierto, a propósito de recordar que ha sido el PRM quien  “satanizó  los préstamos”;  además adelantó que  son recursos que el gobierno no tendrá disponible para el próximo año, aparte de que no es correcto que con tantas necesidades se deje de ejecutar el capital social.

Reiteró que lo que ha reducido el déficit fiscal son esos préstamos, sumado a los  52 mil millones que recibirá la Dirección General de aduanas y 139 mil millones la Dirección General de Impuestos Internos por encima de la recaudación de impuestos proyectada, y a la baja ejecución del presupuesto en capital social.

Luis Reyes Santos afirmó que el gobierno no acaba de entender la lógica del funcionamiento de las cuentas fiscales y de la rendición de cuenta que tendrá que hacer ante los inversionistas nacionales e internacionales, por lo que urge comenzar a diseñar las políticas públicas que se van a utilizar para garantizar la estabilidad económica en República Dominicana.

Dijo que aunque la economía del país ha mostrado una gran resiliencia, se debe al turismo, a las remesas y la acumulación de reservas, por la falta del gasto del capital social, que le ha dado un  compás de espera al gobierno ante los calificadores de riesgo.