Sídney (Australia), EFE.- Varios miles de personas se concentraron este martes en los alrededores del Parlamento de Nueva Zelanda, en Wellington, para protestar por la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19 y las duras restricciones impuestas en el país oceánico durante la pandemia.
En medio de una importante presencia policial, los manifestantes portaban pancartas con mensajes como “Freedom” (Libertad), “No more control” (No más control) o “My body, My choice” (Mi cuerpo, mi decisión), según mostraron las imágenes de los medios locales.
En la marcha, que se desarrolló de manera pacífica y en la que se vieron numerosas banderas del expresidente de EEUU, Donald Trump, participó una concentración de moteros y se lanzaron duras críticas contra la primera ministra, Jacinda Ardern.
La mandataria, que apostó desde el principio de la pandemia por duras restricciones como el cierre de fronteras o confinamientos selectivos para conseguir eliminar la covid-19, anunció el mes pasado que haría obligatoria la vacuna para los trabajadores con contacto con clientes, así como a los profesores y personal sanitario.
Ardern, que fue muy alabada por su gestión de la pandemia en un principio, dijo que no abandonaría su política de cero contagios hasta que el 90 por ciento de la población estuviera vacunada.
“Lo que hemos visto hoy no era representativo de la opinión de la gran mayoría de los neozelandeses. Así que, en realidad, mi mensaje sería para ellos. Sería para agradecerles. Gracias por estar vacunados y hacer lo que sea necesario para cuidarse los unos a los otros”, dijo la primera ministra en respuesta a las protestas.
Nueva Zelanda, uno de los países que ha luchado de manera más efectiva contra el nuevo coronavirus, solo tiene unos 7.650 contagios y 32 muertes desde el inicio de la pandemia.
Según las últimas cifras, cerca del 80 por ciento de la población ya ha recibido la pauta completa de la vacuna contra la covid-19.
El gobierno anunció este martes el inicio de la reapertura de Auckland, la ciudad más poblada del país, aunque mantendrá restricciones hasta el día 29, cuando se espera se levante totalmente el confinamiento de la urbe más afectada por la variante delta.