El Gobierno de la República Dominicana aseguró este miércoles que no puede seguir cargando con la problemática haitiana. En ese sentido, tomó algunas medidas para garantizar la seguridad nacional y recuperar la estabilidad sin el auxilio de la comunidad internacional debido a la situación que se vive en Haití.
Las decisiones del gobierno de Luis Abinader, anunciadas por el Consejo Nacional de Migración, fueron: Auditar el Plan Nacional de Regulación para determinar si las personas auditadas califican; establecer 38 oficinas en todo el territorio nacional para identificar a ciudadanos extranjeros; organizar reuniones con sectores productivos para definir la mano de obra inmigrante; limitar, solo en caso de emergencia, el acceso a los hospitales públicos el acceso de todos los inmigrantes ilegales.
La información fue ofrecida por el Consejo Nacional de Migración en el Palacio Nacional.
Las informaciones la despachó el Ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez mediante un comunicado que leyó en rueda de prensa.
Las medidas del Gobierno llegan luego las más recientes medidas que ha adoptado el jefe de Estado debido a la situación social y de inseguridad que vive Haití, entre las cuales se pueden citar la suspensión de manera indefinida del programa de visas para estudiantes haitianos en la República Dominicana y el despliegue de 12 militares en la frontera con la vecina nación.
Esta mañana, el primer mandatario informó que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, le confirió su desacuerdo con toda comunicación “imprudente” que afecte las relaciones diplomáticas entre las dos naciones.
Abinader informó que Henry se comunicó con el Gobierno dominicano, vía diplomática, manifestando su gran interés de mantener y consolidar las relaciones RD-Haití.
Esta información se produce días después de que el canciller haitiano, Claude Joseph, manifestara que la República Dominicana vive un “aumento de la delincuencia” y que junto a su nación deben buscar soluciones a este problema que afecta a la isla en su conjunto.