El nuevo Gobierno del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tomó este martes posesión, cinco semanas después de las elecciones, con el objetivo de reformar las Fuerzas Armadas, sacudidas por los escándalos de abusos sexuales, y la recuperación de la pandemia.
Los 39 ministros de nuevo Gabinete, dos más que en el anterior, tomaron posesión de su cargo en una ceremonia celebrada en Rideau Hall, la residencia oficial en Ottawa de la gobernadora general de Canadá y representante de la jefa de Estado, la reina Isabel II de Inglaterra, Mary Simon.
La principal novedad del nuevo Gobierno es el nombramiento de una mujer, Anita Anand, como ministra de Defensa.
La designación de Anand al frente de la cartera de Defensa, tras ejercer como ministra de Servicios y Contratos Públicos, se produce tras las numerosas denuncias de acosos y abusos sexuales por parte de soldados, incluidos oficiales de alto rango.
Tras la toma de posesión del Gobierno, el propio Trudeau, que se mantiene en el poder desde 2015, reconoció durante una rueda de prensa que las Fuerzas Armadas canadienses se encuentran en “crisis” y que es una prioridad responder a esta situación.
“Sabemos que hay una crisis en la cultura de nuestras Fuerzas Armadas canadienses”, declaró Trudeau, quien agregó que quienes sirven en el estamento castrense se merecen algo mejor, por lo que es necesario un “cambio” en la forma en que se rigen los militares.
Trudeau resaltó que Anand, la segunda mujer en la historia del país que se hace cargo del Ministerio de Defensa (la anterior fue Kim Campbell que sólo duró seis meses en 1993), es la persona adecuada para efectuar esa transformación.
“Una de las cosas que la gente va a aprender en los próximos meses sobre Anita Anand es que es una experta excepcional en gobernanza, que se asegurará de que las Fuerzas Armadas canadienses, su liderazgo, son los que se merecen los extraordinarios hombres y mujeres que han elegido servir”, dijo Trudeau.
El primer ministro canadiense añadió que las otras prioridades de su nuevo Ejecutivo son la recuperación de la pandemia, la reconciliación con los indígenas y la crisis climática.
Trudeau renovó su mandato en los comicios del pasado 20 de septiembre con la victoria del Partido Liberal, que consiguió 160 de los 338 escaños de la Cámara Baja del Parlamento.
El primer ministro ha mantenido a diez jefes de cartera de su antiguo Gabinete en los mismos cargos que ocupaban antes de las elecciones. Entre ellos se destaca la viceprimera ministra y titular de Finanzas, Chrystia Freeland.
Por otro lado, Trudeau nombró este martes a Mélanie Joly como nueva ministra de Asuntos Exteriores, otra de las carteras más destacadas del Gobierno.
Tanto Anand como Joly, que anteriormente encabezó la cartera de Innovación, Ciencia e Industria, sustituyen a hombres al frente de Defensa y Asuntos Exteriores.
Joly será la jefa de la diplomacia de Canadá en los seis años de Gobierno de Trudeau, lo que ha sido interpretado por algunos analistas como la falta de compromiso del primer ministro con la política exterior.
Una de las nuevas caras en el Gobierno de Trudeau es la experiodista Marci Ien, una mujer negra que ha sido nombrada ministra de la Mujer, Igualdad de Género y Juventud.
Y es que, pese a que Trudeau incorporó desde su primer Ejecutivo a un elevado número de mujeres y personas de color, el líder liberal ha sido criticado por no incluir a personas negras en el Gobierno.
El nuevo Gabinete ya ha despertado críticas por parte de la oposición y en algunas de las provincias del país.
El líder del Partido Conservador, el principal grupo de la oposición, Erin O’Toole, afirmó en un comunicado que el Gobierno es una mezcla de “individuos principalmente sin experiencia e ideológicos” y que su elección pone en peligro la unidad del país.
Esta última acusación de O’Toole está dirigida principalmente hacia dos de los nuevos ministros: el de Sanidad, Jean-Yves Duclos; y el de Medio Ambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault.
En Quebec, la designación de un quebequés como ministro de Sanidad no ha sentado bien al Gobierno provincial, que lo considera el anticipo a una intrusión federal en las competencias en materia sanitaria del territorio.
Y en Alberta, el corazón del movimiento conservador canadiense y del sector petrolero, que se opone a cualquier medida contra el cambio climático, tampoco se ve con buenos ojos el nombramiento de otro quebequés, Guilbeaut, que ha dedicado gran parte de su carrera a la lucha contra la crisis climática y al movimiento ecologista.