El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, recibirá el miércoles a sus colegas de Costa Rica, Carlos Alvarado, y de República Dominicana, Luis Abinader, a fin de reforzar una alianza tripartita lanzada hace un mes para promover el crecimiento económico y la institucionalidad democrática, entre otros temas prioritarios para los tres países.
Los tres jefes de Estado “dialogarán sobre desarrollo sostenible, medio ambiente, comercio, migración, seguridad y acciones para atender la crisis derivada de la COVID-19”, informó este martes la Presidencia de Panamá.
Alvarado y Abinader llegarán el miércoles en la mañana a la capital panameña y sostendrán junto a Cortizo un encuentro privado y luego otro ampliado con las delegaciones que los acompañan, conformadas por los cancilleres, ministros de Comercio y embajadores, precisó una misiva oficial.
Las reuniones se celebrarán en el palacio presidencial Las Garzas, situado en el Casco Antiguo de la capital y frente a la Bahía de Panamá, tras las cuales tendrá lugar un almuerzo ofrecido por Cortizo y una foto oficial en las escalinatas de la sede gubernamental, lo que pondrán fin al encuentro trilateral, según la información oficial.
Esta cita dará seguimiento a la “Alianza para el fortalecimiento de la institucionalidad democrática”, firmada por los tres presidentes en el marco de la Asamblea General de la ONU el pasado septiembre, y que “tiene como objetivo abordar áreas de interés común y prioritarias para la política exterior de Costa Rica, República Dominicana y Panamá”.
“El propósito de los mandatarios es promover el crecimiento económico a través de un relanzamiento de vínculos comerciales, demográficos y culturales entre los países de la región, sobre la base de la defensa de sociedades abiertas, el derecho internacional y un paradigma de desarrollo verde, justo, sostenible e inclusivo según indica el documento con el que fue conformada el pasado 22 de septiembre”, dijo la Presidencia de Panamá.
Ese mismo día, en el marco de la alianza, los tres presidentes emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su profunda preocupación por “la crisis que atraviesa Haití y el creciente impacto que está generando sobre la región, en particular las graves consecuencias migratorias”, y abogaron a la comunidad internacional por soluciones para ese país.
Panamá es la entrada a Centroamérica desde el sur del continente y este año al menos 107.000 migrantes en movilidad, una cifra sin precedentes, ha cruzado el país en su viaje hacia Norteamérica, según datos oficiales panameños.
Los migrantes son en su mayoría familias haitianas, muchas procedentes de Chile y Brasil, donde se habían asentado hace años, que cruzan a varios países suramericanos y la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia.
Se espera que el número de migrantes que lleguen a Panamá en su recorrido con destino a Estados Unidos, Canadá o México ronde los 150.000 al cierre del 2021, dijo el jueves pasado el ministro de Seguridad Pública panameño, Juan Pino.
EFE.