Un grupo de haitianos denunció que están varados en su país luego de haber sido engañados por la agencia Yoly Tours, ubicada en la ciudad de Santiago, con la gestión de un viaje hacia Brasil, por el que cada uno pagó la suma de 2,500 dólares.
“Yo le di 2,500 dólares. Para uno conseguir todos esos cuartos, uno pasa mucho trabajo”, dijo uno de los presuntos afectados en Nuria Investigación Periodística. Mientras que otro de los haitianos manifestó que la propietaria de la agencia, Yolanda Ureña Tiburcio, “dice que va a poner visa para nosotros viajar para Brasil. Tengo muchos amigos míos que ella ha mandado para allá, pero ellos están hablando mentira. No están haciendo nada”.
Precisaron que tenían previsto partir en un vuelo desde Puerto Príncipe, Haití, con destino a la ciudad de Manaos, Amazonas, en Brasil, desde donde se trasladarían caminando hacia la ciudad de Sao Paolo. “Yo salí de la capital para viajar el día 25 del mes que pasó. Después me dijeron que no se va poder hacer el 25. Me pusieron el 29, después del 29, lo pusieron el día 3 de octubre”, precisó uno de los afectados.
Manifestó que al llegar esas fechas solo han recibido excusas, con la gravedad de que también les han retenido sus pasaportes con la excusa de otorgarles las visas, motivo por el que actualmente se encuentran varados en Haití sin poder regresar a República Dominicana.
Las redes de pasadores suelen ofrecer a los migrantes toda la asistencia necesaria para llevar a cabo el viaje, incluyendo reserva de hoteles, compra de billetes de bus y todo tipo de información relevante como arreglos con la policía y protección.
En ese contexto, Nuria lnvestigación Periodística conversó, en una llamada encubierta, con una persona que sirve de enlace de la agencia en Surinam, quien dio los detalles, en la que confirma que conoce a Yoly y que habla muy frecuentemente con ella para recibir a sus clientes de la agencia.
“Yoly y yo hablamos muy frecuentemente. Yo la ayudo cuando los clientes llegan a Guyana y a Surinam para ir a Brasil y continúo el trabajo. Normalmente, me llama y me dice si voy a Surinam o donde sea a buscar los clientes. Yoly no me paga directamente, el cliente es que lo hace. Voy al aeropuerto, los pongo en un hotel, después los trasladamos a Guyana y después a Brasil. Los puedo llevar de Surinam a Brasil, sin problemas, en una guagua, un mini autobús”, precisó sobre el trayecto que, según sus declaraciones, dura un aproximado de 24 horas.
Reveló que el último viaje fue realizado el mes pasado y que trasladó unos 28 clientes. “No hubo problemas con la Policía porque la forma que lo hacemos a todo el mundo le pagan para que lo dejen pasar. En nuestro país es una cosa normal pagarle a la Policía. No es algo que tenemos que hacer pero que normalmente hacemos”, expresó.
Añadió que el costo que pagan los clientes varía según el trayecto. “De Surinam a Guyana 300 dólares y de Guyana a Brasil, 200 dólares”, estimó.
Manifestó que además de Yoly Tours, trabaja para otras agencias de República Dominicana. “Clientes me llaman para hacer trabajos similares”, indicó. Agregó que una vez los haitianos “lleguen a Brasil acogen un status de refugiados que les permite trabajar y vivir allá. Antes de llegar a Guyana, cruzan por el ferry y cuando llegan los llevamos a Georgetown y lo ponemos en minibuses que los llevan a la frontera donde se entregan ellos mismos antes de entrar al país”.
Mientras, un exempleado de la agencia de origen haitiano, que quiso mantener oculta su identidad, reveló que hay dos tipos de clientes, unos que son estafados, y otros que sí realizarán el viaje.
“Lo que pasa es que hay dos tipos de personas. Los que ella elige que pueden viajar de verdad, le dan documentos y se quedan aquí, viajan por Las Américas; pero los que no pueden viajar, si ella cree que un haitiano no tiene documentos aquí legales, lo que hace ella es que te da un ticket falso, te manda a Haití para que usted pueda viajar, cuando se va a Haití como no tiene el documento para volver para acá, ahí se quedan, no pueden regresar y se quedan con el dinero”, expresó.
Nuria Investigación Periodística se trasladó hacia Santiago, donde conversó con la propietaria de la agencia, quien negó las acusaciones y manifestó que la empresa registrada en la Oficina Nacional de Propiedad Intelectual (ONAPI) el 21 de junio de 2017 y autorizada para operar por el Ministerio de Turismo, mediante la Resolución 279/2020, solo se limita a la venta de boletos aéreos y a completar formularios.
“Le vendo su vuelo. Hay muchos que necesitan la visa de aquí y uno los manda. Yo soy una agencia”, sostuvo Ureña, quien atribuyó a un problema de la línea aérea el hecho de que los haitianos tengan retenidos sus pasaportes y no hayan podido viajar.
“Si no tienen la visa, no lo van a montar. El pasaje lo tenían para el 20, el 22, pero yo no tengo problemas de eso. Yo les vendí su vuelo. Cuando tú vendes tu vuelo, tú no eres responsables si tiene visa. Yo no soy migración”, dijo pese a que uno los requisitos para la visa es la reserva del vuelo y no la compra del ticket, como procede esta agencia.
Gran parte de los pasaportes de los clientes que estuvieron presentes, el día de la visita de Nuria Investigación Periodística a Yoly Tours, tienen un elemento en común: las visas dominicanas fueron otorgadas en el Consulado de República Dominicana en Juana Méndez, firmada por el cónsul José Valenzuela Arias, designado en esa posición el 8 de septiembre de 2020, mediante el decreto 451-20.
Nuria Investigación Periodística también se trasladó a una supuesta casa de acogida, ubicada en la avenida Estrella Sadhalá, a pocos metros de la agencia, donde según residentes de la zona, los migrantes esperan las fechas de los viajes, pero no se pudo ingresar debido a que uno de los residentes salió con la única llave y dejó a los demás encerrados.
Así lo manifestó uno de los haitianos que se encontraban en el interior de la vivienda, quien dijo conocer a la propietaria de la agencia. Narró que realizó el viaje hace unos 7 años y que, en ese momento, Chile no les exigía visa. Estableció que al pasar de ese país a México e ingresar a California, Estados Unidos, fue deportado a Haití y de allí regresó a República Dominicana.
Los vecinos de la zona confirmaron que esa casa es usada para que los ciudadanos haitianos permanezcan hasta conseguir el viaje. “La doña trae los haitianos de Haití y los importa. Siempre vienen llegando, ella es la que los importa, ella viene en una yipeta negra y se para ahí. Entonces, viene ese grupo de haitianos y duran un tiempo ahí hasta que ella lo puede mandar. Son guaguas de Caribe Tours llenas. Pero nada más no es esa casa que ella tiene de importación, ella tiene más. Creo que hay una por Cerro Alto, pero son como tres sitios de alojamiento”, declaró una mujer.
Luego de la visita a Santiago, la propietaria de la agencia envió un audio para aclarar las denuncias. “Había personas de nacionalidad haitiana que las devolvían para atrás y ellos retornaban y esas personas que retornan para atrás, uno las ayudaba. Por ejemplo si necesitaban algo de dinero, uno le daba con su familia. O sea nunca, nunca, se han abandonado. Yo he sido una persona que he hecho lo honesto siempre. Pueden verificar”, aseguró.
Nuria Investigación Periodística solicitó la colaboración de las autoridades para esta investigación. En respuesta a ese llamado, el pasado viernes, la Fiscalía de Santiago, realizó tres allanamientos en la agencia de viajes, la residencia de la propietaria y la casa de acogida, donde fueron hallados aproximadamente unos 31 haitianos, incluyendo dos menores de edad, pasaportes, documentos, cuadernos donde se establecen las coordinaciones de salidas desde el Aeropuerto Internacional Las Américas, entre otras pruebas.
Asimismo, se determinó que la vivienda donde reside la propietaria de la agencia, ubicada en Cerro Alto, Santiago, pertenece al cónsul haitiano en República Dominicana, James Jáquez, Hubert Hyacinthe. Según el titular de la Fiscalía de Santiago, Osvaldo Bonilla, las investigaciones serán profundizadas.
La Organización de las Naciones Unidas define tráfico como “la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material”. Este delito al igual que la trata de personas están tipificados en el artículo 41 de la Constitución de la República Dominicana, así como en las leyes 285-04 y 137-03, las cuales establecen penas de 15 a 20 años de prisión y multas.