El tratamiento del dolor crónico se ha convertido en uno de los grandes retos de la medicina actual. Debido a su naturaleza y origen multifactorial, es una experiencia compleja que puede verse inducida por factores orgánicos, emocionales y ambientales. ¿Es cierto que la marihuana medicinal puede ayudar? ¿Su uso es seguro?
Respecto a esta opción terapéutica existe mucha controversia. Como lo explica una revisión divulgada en Rambam Maimonides Medical Journal, pese a su gran demanda en el mercado, las evidencias sobre su seguridad y eficacia para tratar el dolor aún no son concluyentes. A continuación, discutimos sus posibles beneficios y efectos secundarios.
¿Cómo funciona la marihuana medicinal contra el dolor crónico?
Para empezar, cabe recordar que la marihuana suele obtenerse de las especies de plantas Cannabis indica y Cannabis sativa. A su vez, esta tiene tres componentes principales, que abarcan cannabinoides, terpenoides y flavonoides. De estos, dos tipos de cannabinoides se destacan por sus efectos en el organismo: el tetrahidrocannabional (THC) y el cannabidiol (CBD).
El THC es la sustancia que más llama la atención por sus efectos psicoactivos. Su consumo estimula los receptores de cannabinoides del cerebro, lo que activa el sistema de recompensa y conlleva a un estado de euforia. Por su parte, el CBD es un compuesto no psicoactivo que ha sido investigado por su interacción con los receptores del dolor en el cerebro y su acción antiinflamatoria.
Si bien ambas sustancias han mostrado potencial analgésico, el CBD se ha postulado como un agente farmacéutico prometedor contra el dolor crónico y otras afecciones, dado que no causa los efectos psicoactivos del THC. Aun así, no está exento de causar efectos secundarios, lo que debe tomarse en cuenta antes de usarlo como tratamiento.
Mecanismo de acción del CBD
De acuerdo con una investigación compartida en Frontiers in Pharmacology, el cannabidiol (CBD) tiene importantes efectos analgésicos, antiinflamatorios, anticonvulsivos y ansiolíticos. Aunque la comprensión de su mecanismo de acción en el manejo del dolor crónico sigue siendo tema de investigación, los estudios (la mayoría en animales) han tratado de explicarlo.
Según las hipótesis, el CBD actúa al modular los sistemas endocannabinoide, inflamatorio y nociceptivo (detección del dolor). El primero cuenta con receptores cannabinoides que interactúan con los cannabinoides naturales del organismo. De este modo, no solo interviene en la percepción del dolor, sino en otras funciones, como el estado de ánimo, el metabolismo y el apetito.
Investigaciones sobre la marihuana medicinal y el dolor crónico
Las investigaciones enfocadas en el uso de la marihuana medicinal contra el dolor crónico han dado resultados contradictorios. Un informe compartido en Canadian Agency for Drugs and Technologies in Health señala que, aunque hay evidencias de los efectos positivos de los medicamentos a base de cannabis en el alivio del dolor neuropático, es necesario considerar sus riesgos.
Entre tanto, investigaciones han empleado partes de la planta o la planta completa para evaluar sus efectos analgésicos. Algunas se han enfocado en derivados como el aceite de CBD, mientras que otras han encontrado que el uso de toda la planta provoca un efecto séquito, en el que todos los componentes trabajan en conjunto para potenciar su acción.
Con relación a esto, una revisión divulgada a través de la revista médica JAMA determinó que el uso de marihuana y sus cannabinoides actúa de forma positiva en el alivio de algunos tipos de dolor crónico, como la neuropatía.
Por su parte, una investigación en The Journal of Pain observó que el uso de marihuana medicinal contra el dolor causado por cáncer ayudó a disminuir en un 64 % la indicación de opioides. Incluso, se asoció a una mejor calidad de vida y una disminución de los efectos secundarios de los fármacos utilizados contra esta enfermedad.
Estudios más pequeños, como uno publicado en Pharmacotherapy, concluyó que la frecuencia de las migrañas se redujo con el consumo de las presentaciones medicinales de la planta. Aun así, se informaron efectos adversos y se notificó la necesidad de más estudios.
Es seguro utilizar tratamientos con cannabis medicinal?
Pese a los hallazgos prometedores que se han hecho sobre el cannabis medicinal y el dolor crónico, aún no hay suficientes evidencias para afirmar que es efectivo. Debido a la prohibición de la planta en la mayoría de los países, los estudios en humanos son limitados. Sumado a esto, las investigaciones hechas hasta la fecha no descartan posibles riesgos para la salud.
Posibles efectos secundarios
El uso de marihuana medicinal sin supervisión profesional incrementa el riesgo de efectos secundarios. Es primordial considerar que hay ciertas poblaciones más vulnerables a las reacciones indeseadas. Por lo tanto, es un tratamiento que debe tener en cuenta todas las características de la persona (edad, estado de salud, historial clínico).
Los síntomas secundarios incluyen lo siguiente:
- Dependencia y adicción.
- Problemas respiratorios.
- Mareo.
- Tiempos de reacción deteriorados.
- Interacciones con medicamentos.
- Perdida de la concentración y deterioro de la memoria.
- Problemas de salud mental.
- Alteraciones de la frecuencia cardíaca.
- Síntomas de abstinencia.
Esto es algo que preocupa a los investigadores y profesionales de la salud, sobre todo por la gran demanda que ha tenido el cannabis en los últimos años. La necesidad de un tratamiento alternativo y eficaz, sumado a la gran cantidad de anuncios sobre los «efectos mágicos del CBD», han conducido a un consumo desmedido que no siempre es indicado para los pacientes.
De hecho, muchos desconocen que el uso farmacéutico del cannabis solo está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para dos afecciones. Esto abarca el Epidiolex ®, una forma purificada de CBD que se emplea para tratar formas raras y graves de epilepsia, cuyas convulsiones no se controlan con otros medicamentos.
Y también fármacos que contienen cannabinoides de THC sintéticos, llamados dronabinol (Marinol ®) y nabilona (Cesamet ®), utilizados para disminuir las náuseas en pacientes con cáncer o para incrementar el apetito en personas con VIH.
Entonces, ¿no hay tratamientos de marihuana medicinal para el dolor crónico?
De hecho, sí los hay. Pese a la falta de estudios de alta calidad sobre los efectos del cannabis contra el dolor crónico, se han desarrollado algunos tratamientos para ciertos tipos de dolor. Por ejemplo, hay un medicamento botánico llamado nabiximols, de nombre comercial Sativex ®, que contiene una proporción 1:1 de THC y CBD.
Algunos productos con cannabis no está regulados
En línea, al igual que en tiendas naturistas, hay una amplia variedad de productos que aseguran tener entre sus componentes CBD o formas combinadas de cannabis. Sin embargo, la FDA advierte que algunas empresas que comercializan estos medicamentos afirman niveles de CBD que no corresponden a la realidad. En este sentido, es conveniente adquirirlos en sitios y marcas confiables.
Hay riesgo de interacciones
Más allá de los riesgos comentados, hay que tener presente que los productos a base de marihuana medicinal pueden tener interacciones con ciertos fármacos, lo que altera sus niveles en la sangre, al igual que sus efectos. Los más importantes son los siguientes:
- Anticoagulantes.
- Medicamentos para el corazón.
- Inmunosupresores.
Por otro lado, hay que ser prudentes con su uso en públicos con condiciones especiales, como mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños, ancianos o personas inmunodeprimidas.
¿Qué hay que recordar sobre la marihuana medicinal para el dolor crónico?
De las muchas propiedades que se le atribuyen a la marihuana medicinal, el alivio del dolor crónico es una de las que más llaman la atención. No obstante, las evidencias que respaldan estos efectos son limitadas y tienen resultados controversiales.
Por lo anterior, antes de considerar el uso de estos productos, es necesario evaluar sus riesgos y consultar al médico una dosis acorde a las características individuales. Además, hay que tener claro que no es un tratamiento de primera elección ni debe ser una única opción para sobrellevar el dolor.