El Gran Premio de Italia dejó una imagen que será recordada como una anécdota más en la Fórmula Uno, al quedar el auto de Max Verstappen encima de Lewis Hamilton y su Mercedes. Y decimos que sólo como una anécdota más, gracias al halo de protección que evitó que dicha acción terminara en una verdadera tragedia.
Se corría la vuelta número 26 en el circuito de Monza, cuando Max y Lewis coincidieron en la pista después de dos malas paradas en pits. Primero de Verstappen y después de Hamilton. Fue precisamente cuando el británico se reincorporó a la pista, quedando par a par justo en la primera curva del trazado.
Ninguno de los dos cedió terreno. Hamilton tenía una ligera ventaja, pero el Red Bull no le iba a dejar la vía libre, lo que provocó y desencadenó un contacto que terminó en una espectacular maniobra, con los dos pilotos fuera de la pista y con el RB16B encima del Mercedes.
Una de las llantas traseras quedó prácticamente en la cabeza de Hamilton y de no haber sido por el halo, la tragedia hubiera inundado el Gran Premio de Italia y la Fórmula 1, al evitar un golpe contundente sobre la humanidad del piloto.
Y es que el neumático alcanzó a tocarle el casco, dejándole nada más una ligera marca de lo que pudo convertirse en un día negro para el automovilismo; gracias al halo, no fue así.
¿Qué es el halo?
Se trata de un arco de titanio que protege al piloto, al ser capaz de soportar un peso vertical de hasta 12 toneladas.
Tiene una forma triangular que protege la cabeza del conductor por arriba y a los lados, lo que en esta ocasión le salvó la vida a Lewis Hamilton como lo hizo con Romain Grosjean en el Gran Premio de Bahrein.
La idea de implementar el halo surgió después del mortal accidente del que fue víctima Jules Bianchi en el 2015. En su momento fue muy cuestionada su llegada, pero al ver como salva vidas, ha sido la mejor decisión.