Corea del Norte probó el pasado fin de semana un nuevo misil de crucero de largo alcance, según informaron hoy los medios del régimen, un nuevo test armamentístico de Pionyang que llega mientras el diálogo con Estados Unidos permanece estancado.
Los lanzamientos tuvieron lugar el pasado sábado y el domingo y fueron calificados de “éxito” tras alcanzar sus objetivos situados a unos 1.500 kilómetros de distancia y después de sobrevolar territorios y aguas de Corea del Norte, según recoge la agencia estatal KCNA en una nota.
A diferencia de los misiles balísticos que también ha desarrollado y probado el régimen, los proyectiles de crucero no están sujetos a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al ser considerados una amenaza armamentística de menor nivel.
El desarrollo de los misiles proporciona “la importancia estratégica de poseer otro medio de disuasión eficaz para garantizar de manera más confiable la seguridad del Estado y contener fuertemente las maniobras militares de las fuerzas hostiles”, informó KCNA.