Por Escarlin Pozo.- Saber de primeros auxilios podría salvar vidas. A raíz de esta importancia, y que hoy se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios, te invitamos a saber sobre las técnicas que puedes realizar durante una emergencia, mientras llega la asistencia médica profesional.
Las lesiones más frecuentes, según un informe de la Universidad de la Rioja, en España, son las heridas, contusiones, cuerpos extraños en los ojos, hemorragias, quemaduras, fracturas y luxaciones.
Lo primero a tomar en cuenta, independientemente del tipo de lesión, es tratar de mantener la calma. Mientras más lúcido se esté, mejor será la actuación.
El segundo y tercer consejo es evitar más alteraciones, con la finalidad de no agravar el daño inicial, y proteger los riesgos de infecciones y otras complicaciones. Aquí solo necesitarás evaluar el tipo de lesión y qué tan grave es.
Lo siguiente será brindar asistencia a quien presente mayor gravedad: lo más urgente. Si el accidentado perdió la conciencia, se recomienda colocarlo en posición lateral – si su situación lo permite –.
Algo muy importante, y que no se debe olvidar, son las acciones que no debes realizar con el afectado: brindarle comida o agua, medicarlo, dejarlo solo y dejar que curiosos se acerquen.
Accidente
En caso de accidente, caída o golpe es importante no mover al herido. Si el accidentado es un motociclista no se puede retirar el casco para evitar lesiones mayores. Lo que sí se recomienda es aflojar las prendas de vestir para facilitar su respiración.
Si presenta una herida, con hemorragia, lo siguiente será hacer presión en la misma o colocar un torniquete – de cualquier material –, con la finalidad de detener el sangrado.
El tercer paso consiste en colocar una manta, sábana o ropa para evitar que la temperatura corporal disminuya.
Torniquete
Atragantamiento
El atragantamiento ocurre cuando un cuerpo extraño se aloja en la garganta o la tráquea y bloque el flujo de aire.
Según el portal web Mayo Clinic, las señales de atragantamiento son: manos apretadas en la garganta, tos – débil o fuerte –, incapacidad para hablar, sonidos al intentar respirar; piel, labios y uñas que se tornan pálidas o azules; piel enrojecida y luego pálida o de color azul y pérdida del conocimiento.
¿Qué hacer en estos casos?
La primera técnica es dar cinco golpes en la espalda. La maniobra consiste en poner una mano en el pecho de la persona, doblar la cintura de la persona para que quede con una posición paralela al suelo y proceder a dar cinco golpes separados con la palma de la mano.
Si se trata de un niño, se realiza la misma técnica, pero será necesario que la persona actuante se arrodille.
La siguiente técnica es realizar cinco compresiones abdominales, mejor conocida como maniobra Heimlich.
Luego será ir alternando los cinco golpes y cinco estocadas hasta que el objeto salga del cuerpo.
“La Asociación Estadounidense del Corazón no enseña la técnica del golpe por la espalda; solo los procedimientos de empuje abdominal. Está bien no dar golpes en la espalda si no has aprendido la técnica. Ambos enfoques son aceptables”, precisaron expertos.
Maniobra de Heimlich
Maniobra Heimlich
El primer paso es colocarse detrás de la persona, con un pie ligeramente hacia delante para no perder el equilibrio.
Lo siguiente será colocar sus brazos alrededor de la cintura e inclinarlo ligeramente hacia adelante. Si es un niño, nos arrodillamos detrás.
La técnica que no se debe olvidar, es hacer un puño con la mano. Este se colocará por encima del ombligo de la persona, y luego con la otra mano agarramos el puño que hayamos colocado.
Como si intentáramos levantar la persona – mediante esta posición – realizaremos de seis a 10 compresiones abdominales hasta que el objeto salga y deje de obstruir la garganta o tráquea.
Ahogamiento o asfixia por inmersión
El primer paso es evaluar si la persona está consciente o no. Lo siguiente es abrir sus vías áreas para facilitar la respiración. Esto se logra con la técnica: mentón-frente.
Se coloca una mano en el mentón y la otra en la frente para proceder a mover la cabeza hacia atrás para que la boca quede abierta y el cuello extendido.
Técnica mentón-frente
¿Cómo comprobamos que respira?
Para comprobar que la persona respira se debe realizar la maniobra VOS, según explica el portal médico Cinfa, que significa “vemos, oímos y sentimos”, una técnica que no debe durar más de 10 segundos.
Aquí acercamos nuestro oído a la boca y mirando hacia el pecho de la víctima se comprobará si respira.
Si respira, se procederá a colocarlo en posición lateral de seguridad.
Si no respira, se procede a la reanimación cardiopulmonar (RCP). Importante practicar la técnica en casa, con un muñeco o una persona. Es crucial manejarla de forma correcta.
Se mezcla esta maniobra con cinco ventilaciones mediante “boca a boca”.
La técnica consiste en colocar las manos entrelazadas sobre el pecho.
“Tras aplicar 30 compresiones, se detiene el masaje el menor tiempo posible y se procede a ventilar con el “boca a boca” en dos ocasiones (las 5 ventilaciones son solo al principio)”, precisa Cinfa.
Luego de este primer momento, se procede a mover la cabeza con la maniobra mentón-frente para facilitar el flujo de aire.
Luego, se pinza la nariz con los dedos pulgar e índice, se sella la boca con la nuestra, se procede a llenar los pulmones con aire durante unos segundos, y se vacían, despinzando la nariz por unos segundos.
Esta técnica se repite una vez más y luego se reanuda el masaje, con 30 compresiones y dos ventilaciones.
La técnica se mantiene hasta que “estemos agotados, la víctima responda o llegue ayuda especializada”.
