Los demócratas del Senado de EE.UU. propusieron este viernes regularizar a 8 millones de inmigrantes indocumentados, incluidos aquellos que llegaron al país de niños y que son conocidos como “soñadores” (dreamers), indicó a Efe una fuente demócrata.
Los demócratas hicieron esa propuesta durante la reunión que mantuvieron este viernes junto a los republicanos con la “parlamentaria” del Senado, Elizabeth MacDonough, encargada de interpretar las reglas del proceso legislativo.
Esa reunión fue similar a un “juicio” en el que demócratas y republicanos presentaron sus argumentos a MacDonough, quien deberá emitir una especie de “fallo”, algo que no es inminente y no se producirá al menos hasta la semana próxima, de acuerdo con la citada fuente.
Los demócratas pidieron la regularización de cuatro grupos que suman 8 millones de migrantes: los “soñadores”, los trabajadores del campo, los trabajadores esenciales (como personal médico) y los migrantes que han accedido a un amparo migratorio llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés).
Además, los demócratas defendieron que se cumplen todos los requisitos para aprobar cambios migratorios en solitario a través de un proceso conocido como “reconciliación” y que permite sacar adelante una ley presupuestaria en el Senado con una mayoría simple de 50 votos, en vez de los 60 que hacen falta normalmente.
Los demócratas quieren usar el mecanismo de “reconciliación” porque no tienen 60 apoyos: detentan una estrecha mayoría de 50 escaños, aunque podrían llegar a 51 con el respaldo de la vicepresidenta Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.
Sin embargo, no cuentan con ningún apoyo de los senadores del Partido Republicano, quienes durante décadas se han opuesto a aprobar una reforma migratoria.
UN IMPACTO DE 139.000 MILLONES DE DÓLARES
Para que MacDonough se posicione a su favor, los demócratas tuvieron que probar que los cambios migratorios tendrán un impacto en el presupuesto federal y que ese impacto será sustancial y no “meramente incidental”, tal y como está definido en la llamada Regla Byrd, llamada así por el fallecido senador Robert Byrd, quien se encargó de establecer las normas del proceso.
Para probar ese punto, los demócratas aseguraron que regularizar a 8 millones de personas tendrá un costo para las arcas del Estado de 139.000 millones de dólares, durante un periodo de 10 años, según estimaciones de la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO) que la citada fuente explicó a Efe.
En concreto, la regularización de esos migrantes tendría un costo porque automáticamente podrían acceder a programas sociales, como los cupones de asistencia alimentaria.
Irónicamente, los demócratas están usando el argumento que durante años han usado los republicanos para oponerse a la reforma migratoria: que regularizar a los migrantes supondrá un gasto para el Estado. Necesitan probar esa idea para aprobar los cambios a través del proceso de “reconciliación”.
GRANDES BENEFICIOS PARA LA ECONOMÍA DE EE.UU.
Sin embargo, en las últimas horas, un grupo de 50 economistas argumentó que los cambios migratorios también traerían grandes beneficios económicos a EE.UU., como el aumento en el nivel de salarios, la creación de puestos de trabajo y la salida de la pobreza de muchas familias.
El grupo de economistas presentó esos argumentos en una carta que enviaron al liderazgo demócrata del Congreso para pedir la regularización de los migrantes.
Entre los firmantes figuran profesores de economía de importantes universidades de EE.UU., así como Jason Furman, que fue el principal asesor económico de Barack Obama (2009-2017).
En una declaración enviada a Efe, el presidente de la organización FWD.us, Todd Schulte, recordó que millones de inmigrantes han ayudado a EE.UU. durante la pandemia de la covid-19, por lo que urgió al Congreso y al presidente estadounidense, Joe Biden, a proteger ahora a esas familias.
En ese sentido, Claudia Flores, del Center for American Progress (CAP), consideró que abrir una vía a la ciudadanía es “lo que es moralmente y socialmente correcto”.
Hace 35 años que el Congreso no aprueba una ley con una vía para la ciudadanía para un gran grupo de migrantes.
La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente Ronald Reagan firmó una ley que permitió regularizar a 3 millones de inmigrantes indocumentados.